El club de los idealistas es una de las primeras películas que será estrenada en salas de cine luego de la época de distanciamiento social. Se trata de una cinta mexicana del realizador Marcelo Tobar, cuyo anterior trabajo fue Oso polar, primer largometraje nacional filmado con un iPhone.

Para su cuarta película, el realizador y la productora Elsa Reyes querían hacer algo distinto. Al discutir sobre cine mexicano, se dieron cuenta de que existía una gran división entre el cine comercial y el de autor. Decidieron hacer una propuesta para inspirar a otros y que el auditorio vea que el cine mexicano tiene muchos géneros, explicó el director de la cinta.

De acuerdo con Tobar, El club de los idealistas busca ser un punto de encuentro entre dos formas de hacer cine. Para lograrlo, se puso atención a cada detalle de la producción. Está escrita con rigor, con la tridimensionalidad con que se suelen escribir personajes que están en obras de autor, explicó Tobar.

La historia gira en torno a siete amigos, cuatro mujeres y tres hombres, que tienen el propósito de pasar el tiempo juntos cuando se retiren. Partiendo de arquetipos que suelen ser comunes en los grupos de amigos, conforme avanza la trama los protagonistas se desmarcan de sus roles. Los hombres, por ejemplo, tratan de representar lo que algunos llaman nuevas masculinidades.

“Para mí, el cine es netear, o sea tiene que haber verdad, emoción desde la verdad, y el espíritu de esta película optimista proviene de una verdad, de una filosofía compartida con Elsa. La idea es que nos ganemos con el viaje que tienen los personajes, reflexión en el espectador para revalorar, un poco también dentro del encierro, cuáles son las cosas importantes en la vida, y que desde mi percepción son los vínculos humanos”, señaló Tobar.

Convencidos de que la película servirá de aliciente para que la gente vuelva a los cines y confíe en las medidas de seguridad de las salas, El club de los idealistas se estrenará el 24 de septiembre en complejos de Cinépolis.