Madrid. Madrid y Dulssedorf fueron escenario ayer de nuevas protestas contra las restricciones impuestas para frenar la pandemia del Covid-19, que a escala global ha afectado a 30 millones 88 mil 522 personas y ha provocado 958 mil 493 decesos, según la Universidad Johns Hopkins.

En la capital española la zona sur, donde se sitúan los barrios más pobres, a partir de las cero horas de este lunes más de 800 mil personas regresan a un severo confinamiento, la movilización fue apoyada por la izquierdista Unidas-Podemos y Mas Madrid.

Con mascarillas e intentando mantener la distancia social, los manifestantes aplaudían mientras pedían a gritos la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid, la conservadora Isabel Díaz Ayuso. Los inconformes se reunieron a mediodía en diferentes puntos de la ciudad, lo que complicó calcular el tamaño de la protesta.

Díaz Ayuso anunció el viernes nuevas medidas de control para algunas de las zonas más pobres de Madrid, donde las autoridades locales dicen que el virus se propaga de forma más rápida.

Las restricciones afectan a unas 860 mil personas que no podrán salir de sus barrios, excepto para ir al trabajo, estudiar o ir al médico. Los parques se cerrarán, y los restaurantes y tiendas limitarán su cupo a 50 por ciento de su capacidad para tratar de contener una segunda ola de Covid-19 que ya ha matado a 30 mil 400 personas en España.

En Dusseldorf, Alemania, cientos protestaron contra las restricciones del coronavirus impuestas por el gobierno y a favor de otras causas, sin que se reportaran incidentes.

Sin mascarillas, las personas ondeaban letreros con frases como: fin al pánico, la pandemia corona es una mentira y rebeldes corona, mientras se reproducían canciones criticando las restricciones por el Covid-19.

En Jerusalén, varios miles de manifestantes se concentraron frente a la vivienda del primer ministro, Benjamin Netanyahu, para reclamar su salida del gobierno; lo acusan de corrupción y mala gestión de la crisis sanitaria.

En Gran Bretaña, cuyo gobierno admitió que enfrenta un momento crítico, se anunció el incremento de multas a quienes incumplan la cuarentena obligatoria con hasta 10 mil libras esterlinas (274 mil 300 pesos mexicanos).

La farmacéutica AstraZeneca difundió detalles de la tercera fase de los ensayos clínicos de su vacuna contra el coronavirus, que desarrolla en colaboración con la Universidad de Oxford, tras recibir críticas por falta de transparencia en relación con dos casos de voluntarios que desarrollaron síntomas neurológicos sin explicación.

Según Russian Television, la aparición de estos síntomas inesperados en dos mujeres que recibieron la vacuna experimental en Reino Unidos obligó a la empresa a detener sus pruebas dos veces.

En su informe, AstraZeneca señaló que una revisión independiente determinó que en ambos casos “se consideró poco probable que estas enfermedades estuvieran asociadas con la vacuna, por lo que en Reino Unido, Brasil, India y Su-dáfrica los ensayos se reanudaron, mientras en Estados Unidos siguen en pausa.

La primera participante desarrolló una inflamación de la médula espinal conocida como mielitis transversa tras recibir una dosis de la vacuna. AstraZeneca informó del caso en julio. Más tarde se determinó que la mujer padecía una esclerosis múltiple que no le había sido diagnosticada y que la mielitis transversa no estaba relacionada con la vacuna.

La segunda participante enfermó después de una segunda dosis de la vacuna, lo que obligó a detener de nuevo los ensayos el pasado 6 de septiembre. AstraZeneca afirmó que su diagnóstico no había sido confirmado, pero una fuente anónima familiarizada con la situación aseguró al diario The New York Times que la enfermedad fue identificada como mielitis transversa.

La confirmación de un tercer caso sería motivo suficiente para detener por completo la administración de las vacunas de AstraZeneca, según expertos.

Por lo pronto, Hungría con mil 70, Bélgica mil 99, Rusia 6 mil 100, Grecia 170, Líbano mil 6 y Turquía mil 500 registraron un número récord de contagios en 24 horas.

Ayer se rindió homenaje a víctimas de la pandemia en Río de Janeiro y se les dedicó un monumento de acero de 3 toneladas y 39 metros de largo: el Infinity Memorial, de la arquitecta brasileña Crisa Santos, en un cementerio donde están enterradas muchas de las 17 mil 600 víctimas por Covid-19 en ese esta-do brasileño.

América Latina tiene 322 mil 661 fallecidos y 8 millones 709 mil 926 contagios, según Afp; Estados Unidos registra 199 mil 479 decesos y 6 millones 791 mil 815 infectados, según la Universidad Johns Hopkins.