Washington. Estados Unidos anunció ayer que aplicará sanciones unilaterales contra Irán y el presidente venezolano Nicolás Maduro.

Han sido restablecidas las sanciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra Irán, anunció ayer el presidente Donald Trump. Mis medidas envían un mensaje claro al régimen iraní y a aquellos en la comunidad internacional que se niegan a enfrentar a la república islámica, agregó.

El gobierno estadunidense informó que someterá a sanciones a 27 personas o entidades –incluido Maduro, por realizar transacciones de armas con Irán– bajo una cuestionada autoridad de la ONU, y pidió a Europa hacer lo mismo. Sin embargo, el organismo mundial aseguró que Washington no puede tomar esa decisión.

Durante casi dos años, funcionarios corruptos en Teherán han trabajado con el régimen ilegítimo de Venezuela para burlar el embargo de armas de la ONU, declaró ayer a periodistas el jefe de la diplomacia estadunidense, Mike Pompeo.

La mayoría de las personas o entidades enlistadas bajo sanciones de la ONU son blanco de medidas punitivas de Estados Unidos, y además de Maduro incluyen al Ministerio de Defensa de Irán y su Organización de Energía Atómica.

Las sanciones de la ONU contra Irán fueron levantadas tras un acuerdo internacional firmado en 2015, cuando Teherán se comprometió a no fabricar un arma nuclear.

Trump consideró insuficiente el texto negociado por el gobierno de su predecesor Barack Obama, retiró a Estados Unidos del acuerdo en 2018 y volvió a castigar a Irán con sus propias sanciones.

Ahora, Washington asegura que sigue participando en el acuerdo de 2015, aunque casi todo el resto de los integrantes del Consejo de Seguridad de la ONU no lo consideran así.

El canciller iraní, Mohammad Javad Zarif, comentó ayer que no hay nada de nuevo en las nuevas sanciones. Estados Unidos ya aplicó toda la presión que podía sobre Irán sin lograr que los iraníes se pongan de rodillas, indicó en una conferencia virtual organizada por el centro de análisis Consejo de Relaciones Exteriores.

Superado en los sondeos por su rival demócrata, Joe Biden, a poco más de un mes de la elección presidencial, Trump busca mostrarse más firme que nunca en situaciones similares.