Ante las divisiones que se han generado entre los grupos que participaron en la ocupación del edificio de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), familiares de víctimas de feminicidio hicieron un llamado a la unidad.

Lorena Gutiérrez, madre de Fátima –quien fue asesinada en 2015–, afirmó que en estos momentos de crisis, de extrema violencia y dolor, es necesario que nosotras las mujeres vayamos tejiendo con amor redes de apoyo y de lucha compartida, pues nos atraviesa el mismo dolor y la exigencia de justicia.

A un costado de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), leyó un manifiesto en el que precisa: Buscamos la unidad en estos tiempos tan difíciles para nosotras las víctimas, que nos dejen de violentar, que haya solución a nuestros casos.

Dijo que estos últimos días los mensajes de odio y discordia ya nos han sacudido lo suficiente como para seguir avivando el fuego del rencor. Los tiempos que vivimos, donde la vida de una mujer, de una niña y un niño parecen no valer nada para quienes ostentan el poder, ameritan que nosotras las mujeres vayamos tejiendo con amor redes de apoyo para todas aquellas que sufren.

María Magdalena Velarde, madre de Fernanda –asesinada en 2014–, pidió que el trato con los familiares de las víctimas y las autoridades sea directo.

Nosotras hemos venido aquí, nos hemos parado afuera de Palacio Nacional pidiendo que el Presidente nos reciba, pero no, siempre manda a otras personas; tampoco nos ha recibido Olga Sánchez Cordero, titular de la Secretaría de Gobernación.

Agregó que no han tenido contacto con los grupos que ocuparon la comisión y los exhortó a no pedir apoyo en su nombre ni de sus familiares, porque a final de cuentas se quedan en el camino.

Indicó que su hija fue víctima de feminicidio y por exigir justicia asesinaron a otros dos vástagos. Las autoridades trataron de pasar el asesinato como suicidio y después de tres años lo reclasificaron, pero de nada me vale porque no hay detenidos, el asesino sigue libre y aparte tiene a mi nieto.