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Cambia de trayecto la EEI para evitar colisión con restos de cohete japonés

La NASA pide 15 mdd para rastrear el número creciente de objetos en la órbita terrestre

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▲ Los rusos Sergey Kud-Sverchkov y Sergey Ryzhikov y la estadunidense Kathleen Rubins se preparan para la próxima misión a la central. Abajo, sus trajes.Foto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 24 de septiembre de 2020, p. 2

Washington. La Estación Espacial Internacional (EEI) debió maniobrar el martes para evitar una colisión con escombros de un viejo cohete japonés, la tercera de ese tipo en este año, informó la NASA, que pidió más recursos para vigilar el número creciente de objetos en la órbita terrestre.

Los escombros habrían pasado a 1.39 kilómetros de la EEI, según la NASA, pero se decidió elevar la órbita de la estación como medida de precaución.

Fue una cápsula de carga rusa (Progress), amarrada en la estación, que empujó hacia arriba a ésta encendiendo sus propulsores, durante dos minutos y medio. El operativo se realizó mediante las salas de control rusas y estadunidenses.

Según el astrónomo Jonathan McDowell, el objeto amenazante eran los restos de una parte de un cohete japonés lanzado en 2018, que se desintegró en 77 piezas en febrero de 2019.

Los tripulantes, dos rusos y un estadunidense, tuvieron que ser ubicados temporalmente en la parte rusa de la EEI, para evacuar de forma urgente en la cápsula Soyuz en caso de peligro, lo que finalmente no fue necesario. En un primer comunicado de prensa, la NASA había indicado que los astronautas entrarían en la nave espacial.

Según el sitio web de la Agencia Espacial Europea, la EEI estaba a unos 421 kilómetros sobre los océanos antes de la operación y 435 kilómetros después de ella.

Se mueve a unos 27 mil 500 kilómetros por hora, velocidad en la que incluso un objeto pequeño puede dañar gravemente o incluso destruir un panel solar u otro elemento.

Estas maniobras son periódicamente necesarias y deberían hacerse de forma más frecuente por la creciente contaminación del entorno de la Tierra, por los escombros de viejos cohetes o satélites lanzados durante seis décadas y por los miles de fragmentos creados por colisiones accidentales o deliberadas, por ejemplo, con los envíos de misiles antisatélite de India, en 2019, y China, en 2007.

La estación tuvo que evitar escombros de ese tipo 25 veces entre 1999 y 2018, según la NASA.

La central espacial maniobró tres veces en 2020 para evitar los escombros. En las últimas dos semanas, ha habido tres conjunciones potenciales de alto riesgo. ¡Los escombros están empeorando!, tuiteó Jim Bridenstine, jefe de la NASA.

Reclamó 15 millones de dólares al Congreso para la Oficina de Comercio Espacial, servicio civil, a fin de hacerse cargo de la vigilancia de los objetos espaciales y coordinar las advertencias a los operadores de satélites privados en caso de riesgo de colisión.

Hasta la fecha, una unidad militar es responsable de la vigilancia espacial.