Jueves 24 de septiembre de 2020, p. 31
Editorial
La disminución presupuestal para el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) es clara en el presupuesto de 2021. A diferencia del cambio que representarán los nuevos juzgados orales laborales, que llevarán a desaparecer las juntas de conciliación y arbitraje, el TFCA queda intocado. Hay juicios burocráticos donde, literalmente, pasan generaciones para cobrar los laudos ganados por el trabajador que murió sin ver un peso de la condena jurisdiccional.
Este tribunal debe adherirse a la reforma laboral: cambiar Salas por juzgados. La experiencia de los actuales magistrados presidentes y su conocimiento directo de los miles de expedientes que tramitan los hace jueces burocráticos idóneos. Se ahorrarían los salarios de los magistrados representantes de sindicatos y centrales patronales. Amén de abrir a concurso las plazas de los siguientes juzgadores burocráticos.
Debe dársele autonomía constitucional, sigue siendo un tribunal sectorizado de la SEGOB. El tratamiento presupuestario del TFCA puede explicarse en la consideración presidencial de la corrupción presexenal o en desdén por la justicia laboral burocrática. Lo que no puede obviarse es que el TFCA es indispensable, que debe actualizarse y que cuenta con personal capacitado para hacerlo, incluso bajo el sistema oral. La estabilidad laboral burocrática parece no valorarse lo suficiente.
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Política criminal
de Nieves Sanz Mulas, Edit. Flores, México, es un llamado a la estabilidad social. Recuerda la represión franquista en la docencia. Establece la importancia de contar con un estado que respete las fronteras culturales internas, que de certeza jurídica y evite las divisiones por raza o ideología.
Una temática indispensable en tiempos de inseguridad generalizada.
Sugerencias y colaboraciones: [email protected].; https://agendajudicialricardoguzman wolffer.blogspot.com/