Texcoco, Méx., Una historia de cómo tres habitantes de este municipio pasaron de ser enjuiciados y absueltos por el delito de robo con violencia, a ser acusados de secuestradores, comenzó el pasado 11 de agosto, cuando el comerciante Sergio Montes Vázquez fue detenido con violencia por agentes ministeriales.

Ese día, Montes Vázquez le dio un aventón a su hermana; luego de dejarla en su casa del poblado de San Felipe, enfiló en su Chevrolet hacia la carretera Peñón-Texcoco, donde tiene su domicilio. Ella ya no lo vio, pero luego se enteró que su familiar estaba a punto de llegar a su casa cuando escuchó el ruido de un derrape de llantas. Vehículos blancos lo cercaron en todas direcciones y lo obligaron a detenerse. Bajan varios sujetos y le apuntaron con sus armas. Lo bajaron y lo empezaron a golpear sobre el piso. Lo subieron a una camioneta, otros ocupan su auto y se lo llevaron, declaró su familiar.

También el 11 de agosto, con igual método, fueron detenidos el maestro en albañilería Ernesto Jovani Alcívar Martínez, de 30 años de edad, cuando circulaba por el puente en el poblado de Tocuila, después de las 18:30 horas, y el hojalatero Fabián Rendi César, de 50 años, a una calle de su casa en La Magdalena, alrededor de las 23 horas en el municipio de Texcoco.

Un día después, a las tres de la tarde del 12 de agosto, fueron presentados por agentes de la fiscalía regional de Ecatepec, en el Ministerio Público de San Agustín.

Juan Torres, jefe de turno de esa dependencia, informó a uno de los familiares que los tres estaban acusados, según la carpeta de investigación, por el delito de robo con violencia a una mujer de más de 60 años que iba en su vehículo en una calle de Ecatepec.

Después fueron trasladados al Centro Preventivo y de Readaptación Social Sergio García Ramírez, en Chiconautla, para su audiencia inicial y el cierre de investigación se prolongó para la aportación de pruebas que fueron insuficientes para vincularlos a proceso y fueron puestos en libertad por un juez de control el 19 de agosto.

Ese mismo día sus familiares esperaban a los tres fuera del penal de Chiconautla, pero a las 10 de la noche arribó un convoy con unas 80 personas, entre “policías municipales de Ecatepec, sujetos vestidos con ropa e insignias de la fiscalía mexiquense y civiles con armas fuera de las instalaciones. El ambiente era “muy pesado“.

A las 23 horas, un agente ministerial gritó: prevenidos, vienen los tres. Pónganse chingones porque va a valer madres.

Por oponer resistencia, los tres fueron tundidos, mientras sus familiares intentaban rescatarlos, pero los sujetos vestidos de civil desenfundaron sus armas y también los golpearon. No les importaron las mujeres, los niños ni los ancianos.

Ahora los tres se encuentran procesados en el penal Molino de Las Flores, de Texcoco, acusados por el secuestro de una menor de edad ocurrido en el municipio de Acolman. Los texcocanos presos coinciden en que han sido sometidos a tortura, les han colocado bolsas en la cabeza y los han golpeado para que acepten haber cometido el delito.

Sergio, Ernesto y Fabián ya fueron vinculados a proceso y sus familiares se dicen desesperados al grado de no saber qué hacer ni a qué autoridades recurrir, ya que éstas, en lugar de proporcionarles seguridad y ayudarlos, los torturan, los violentan y los agreden al grado de atentar contra sus vidas.