Lunes 28 de septiembre de 2020, p. a30
Tibio casi frío. Así fue el duelo entre Cruz Azul y América, que terminó sin goles en el cierre de la fecha 12 del torneo Guardianes 2020. Una baja en el arco de Las Águilas, la poca ambición y la imprecisión celeste dejaron un partido insípido que ni siquiera amenaza con mover al líder León.
La repartición de un punto para cada uno sólo sirvió para que América, con 24, desplazara a Pumas del tercer puesto. La Máquina mantiene la segunda plaza con 26 unidades, a uno de distancia de los esmeraldas.
América empezó con mal paso. Antes del encuentro, su portero Memo Ochoa se lesionó mientras calentaba. La ausencia de un referente del equipo podía impactar en el ánimo. La adversidad, sin embargo, es la fortuna de los suplentes y Óscar Jiménez tuvo así la oportunidad de ocupar el hueco que dejó el arquero titular.
Aunque no fue electrizante la primera parte, Jiménez tuvo ocasiones de mostrar que posee cualidades para ocupar la cabaña americanista. Elías Hernández lo puso a prueba con un disparo en el área, pero el portero se lanzó, rechazó con una mano y salvó la meta.
También Santiago Giménez disparó al arco americanista, pero le faltó dirección para poner en aprietos al conjunto de Coapa.
Sólo al inicio América condujo la acción: un amago de Giovani dos Santos, con un centro bien dibujado que llegó a Henry Martín, quien saltó para cabecear a quemarropa, pero Chuy Corona tapó como un grande. La jugada, sin embargo, estaba fuera de lugar y el esfuerzo fue vano.
La vuelta a los vestidores sirvió para afinar las ideas y relajar los músculos, para tratar de ponerle más condimento a la segunda parte.
Pero no cambió el ritmo. América volvió a sufrir un percance, cuando Emanuel Aguilera pidió su cambio y salió en camilla por una aparente lesión muscular. Una noche poco halagadora para el cuadro de Coapa.
Parecía que Orbelín Pineda iba a cambiar el curso del partido, pero Jiménez estaba bien atento y con los reflejos afinados. Un descuido habría permitido a los celestes abrir el marcador.
Al borde del final, Jonathan Rodríguez tuvo una escapada que representó verdadero peligro para América, pero la intervención de Jiménez fue prodigiosa para salvar el cero. La jugada terminó en un conato de bronca, empujones y reclamos de un jalón, pero todo quedó en alarde y calentura.