La iniciativa para reformar el sistema de pensiones presentada el viernes pasado es más de lo mismo, pero más caro, aseguró Gustavo Leal Fernández, experto en pensiones de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), quien agregó que la medida es una salida de emergencia que únicamente pospone la explosión de un esquema inviable.

Para el catedrático lo más preocupante es que, como ha sucedido en países con esquemas similares, Chile por ejemplo, la iniciativa de reforma no evitará que el Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR) se dirija a una ruta que explotará en los siguientes 10 años si no se remodela a profundidad.

La iniciativa presidencial sólo patea el bote, la alerta roja sigue encendida. Por ello, el debate sobre la urgencia de dotar a México de un sistema más abierto sigue más que vigente y oportuno, aseguró Leal Fernández.

Para el especialista en temas de seguridad social el esquema de capitalización individual es inviable y urge se remodele a fondo con tareas innovadoras como un régimen de beneficio definido, reforzado con la capitalización individual, ajustes al salario base de cotización y que el gobierno asuma su tarea social pese al costo fiscal.

En contra de lo que necesita el sistema, apuntó Leal, es preocupante que la iniciativa de reforma confirma que en el gobierno persiste la tendencia neoliberal, pues en ella se sigue desgravando la obligación patronal con los trabajadores vía la seguridad social, pues ahora se descarga en el Estado.

Con esa iniciativa se pagará crecientemente esas obligaciones patronales con recursos fiscales, pero para el beneficio de unos cuantos, advirtió.

Explicó que la iniciativa pretende erigir un seguro social plenamente individual, en el cual los trabajadores autofinancian sus pensiones, mientras sus recursos apoyan proyectos productivos cuyos retornos no los benefician de manera importante: Con esta propuesta el seguro social público sigue transitando en el carril de lo privado.

Comisiones desvían atención

Para Leal Fernández, la controversia que ha levantado el tema de las comisiones que cobran las Afore (los empresarios argumentan que el gobierno hizo cambios sin consultar) sólo desvía intencionalmente la atención del que debería ser el verdadero debate: el bajo nivel de los salarios reales y la remodelación profunda del sistema.

Destacó que para el equipo hacendario la visión es que al bajar las comisiones habrá más competitividad entre las Afore, y por lo tanto una mejora en el nivel de las pensiones; sin embargo, dijo: El nivel de las comisiones, aunque muy relevante, no está en el corazón de lo que mueve la aguja pensionaria.

En la iniciativa, el Ejecutivo propone que los niveles de las comisiones en México –cuya media actual es de 0.98 por ciento– sean un promedio de las que se aplican en Estados Unidos, Chile y Colombia, lo que actualmente sería 0.54 por ciento.

Al respecto, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su extrañeza y amplia preocupación, al asegurar que la iniciativa se apartaba de lo previamente negociado, dado que en ella se pretende controlar el precio de los servicios financieros violando el T-MEC.