Tres meses después de la reapertura gradual en la industria automotriz, que representa la mayor generadora de empleo, exportaciones e inversión extranjera directa, el balance resulta claroscuro para sus representantes, mientras analistas financieros advierten que dada la magnitud del freno económico que impuso la pandemia, este sector no se recuperará este año y quizás tampoco en 2021.

La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) considera que en la producción y exportación, actividades marcadas por la fabricación y demanda de Estados Unidos, la reacción ha sido positiva considerando el complicado panorama económico internacional.

Luego de mantenerse operando al mínimo en abril y mayo, el sector se consideró esencial en junio, cuando abrieron también los productores del vecino país del norte. La maquila automotriz reportó una caída anual de 98.76 por ciento en abril, en agosto se contuvo a 13.15, pese a la contracción de 19.1 por ciento en la demanda de Estados Unidos, explicó la asociación. En ese mercado, la producción mexicana representa 15.9 por ciento.

Debido a que los principales destinos de la mercancía del país son Estados Unidos, Alemania y Canadá, los rebrotes en otros países podrían no afectar las exportaciones, sostuvo la AMIA. El antecedente es la contracción en las ventas al exterior de 90.20 en abril –durante el comienzo de las restricciones sanitarias– y de 8.59 por ciento en agosto, último mes del que hay registro.

La Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones reportó que la cadena de valor del autotransporte se rompió a principios de año por la pandemia, por lo que la afectación ha sido muy fuerte. Detalló que, de enero a agosto, las exportaciones declinaron 41.1 por ciento; las ventas internas, 40.6 y la producción, 41.4 por ciento.

La fabricación de autopartes, automóviles y camiones equivale a 89 por ciento de la producción de transporte y representó 13.5 por ciento en promedio de toda la manufactura entre 1993 y el primer semestre de 2020. A su vez, toda la maquila equivale a 16.6 por ciento del producto interno bruto mexicano, de acuerdo con el análisis de BBVA Research. El impacto ha sido tan profundo en el segundo trimestre de 2020 que no se podrá recuperar en lo que resta del año, quizá ni durante 2021 (...) Con caídas del lado de la demanda y la oferta, es de esperarse que el efecto sea mayor a otros periodos de crisis económica, advierte el grupo de analistas al comparar lo ocurrido en 1995 y 2009.

BBVA Research subraya que recuperar el dinamismo de esta industria es primordial para la economía mexicana por su aporte directo y a otros sectores, pero sería por la demanda internacional ya que el mercado nacional no puede compensar al exterior.

Además, la demanda interna no toca fondo. Después de tres años con ventas en descenso, aún no se llega al final, subraya el banco en el documento Situación Regional Sectorial México.

En el mercado interno, las ventas cayeron 64.51 por ciento anual en abril y en agosto 28.66 por ciento. Guillermo Rosales, director general de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automores zanja: no hemos tenido un repunte rápido. Sí una mejoría respecto a lo que sucedió en el bimestre abril-mayo.

Expuso que en Puebla y Veracruz se dificultó reabrir los pisos de venta, pero desde septiembre ya se opera prácticamente en todo el país. Sin embargo, la pérdida de empleos, de capacidad adquisitiva de los trabajadores y restricciones de gasto no abonarán a la mejora. Sobre los créditos automotrices, bancos y financieras también están cuidando la calidad de la cartera para evitar una crisis y hay mayor restricción en el otorgamiento, agregó. El área de investigación de BBVA reconoció que el costo de financiamiento ha bajado marginalmente. La tasa de interés promedio para crédito automotriz se redujo menos de 50 puntos base –0.5 por ciento– de 2019 a la fecha, pese a que la referencia del Banco de México lo ha hecho en 400 puntos. Rosales agregó que los lanzamientos se retrasaron por el efecto del Covid-19 en todo el mundo, debido a que las plantas de manufactura pararon, los modelos que se presentarían en julio y agosto seexhibieron en septiembre, esto genera costos al mantener un inventario rezagado, y pondrá otras presiones a los distribuidores. Subrayó que, en adelante, la apuesta es liberalismo extremo, lo que la marcha de la economía por sí misma pueda responder ante la ausencia de un paquete de estímulos gubernamentales.