Expertos ven error político en la gestión hídrica
Lunes 5 de octubre de 2020, p. 13
Las extracciones programadas de agua de la presa La Boquilla, en Chihuahua, para enviarla a Estados Unidos en el contexto del Tratado Internacional de Aguas, no se habían realizado hasta ahora, lo cual ocasionó el conflicto en la región y con esta mala operación
se involucró al presidente Andrés Manuel López Obrador, señalan especialistas en la cuenca del río Bravo.
Ante ello, Blanca Jiménez Cisneros, directora de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), defendió el esquema aplicado para las entregas al país vecino, rechazó que haya una gestión equivocada y aseguró que ya se había extraído agua de ese vaso.
Acerca de la gestión que en el manejo hídrico fue realizado por los ex subdirectores de Hidroagrícola, Víctor Alcocer, y el técnico, Alfredo Ocón, explicó que de manera independiente hizo una investigación en la que se constató que no hubo mala administración.
En entrevista, aseguró que el esquema planteado para pagar el ciclo 35, que termina el 24 de octubre, ha sido el adecuado hay que colaborar y tomar en cuenta que se debe repartir ese recurso natural entre todos
. Declaró haber revisado la entrega de aguas del ciclo 34 (en la que participó Víctor Alcocer, quien fue nombrado como subdirector general técnico de la Conagua en junio de 2015, cuatro meses antes del cierre de ese ciclo).
Alcocer entró cuando había un adeudo de cerca de 600 millones de metros cúbicos y se redujo a 300 millones
. Explicó que se hicieron pagos con desfogues de las presas La Boquilla, Las Vírgenes, y de El Granero.
El mandatario López Obrador, aseguró la funcionaria federal, sigue apoyando el esquema que la Conagua planteó desde el año pasado para el pago del agua. Además, puntualizó que si se hubiera entregado el recurso desde entonces, se hubieran evitado pérdidas por evaporación. El Presidente tiene claras las implicaciones en todos los sentidos, como país y en las diversas entidades que participan
.
Falta de negociación con usuarios
Especialistas en el manejo del agua en el contexto del tratado de 1944 (que pidieron omitir su nombre) coinciden con el experto en hidrometeorología, Doroteo Treviño, quien trabajó cuatro décadas en la Conagua y fue secretario técnico del Consejo de Cuenca del Río Bravo, en que faltó negociación con los usuarios de los distritos de riego.
Treviño, en entrevista, explicó que las presas La Boquilla y Las Vírgenes se construyeron antes de la firma de ese acuerdo, pero no fueron incluidas como vías para enviar agua a Estados Unidos.
Precisó que del vaso se ha obtenido agua por escurrimientos naturales, pero en otros ciclos no se ha utilizado con extracciones programadas como ahora.
La directora de Conagua aseguró que sí ha sucedido, como en el actual ciclo, que comenzó en octubre de 2015. Específicamente, indicó la funcionaria, fue del 18 de agosto al 28 de octubre de 2017 cuando la presa Las Vírgenes derramó ese año y El Granero estuvo abierto del 7 de agosto al 16 de octubre y salieron 591 millones de metros cúbicos. De esa cantidad, se destinaron 50 por ciento al tratado y 50 por ciento a las cuencas.
Refirió que antes de la firma del tratado en 1944, Adolfo Orive Alba presentó al Senado, como funcionario público, un estudio para sustentar técnicamente que ese convenio no afectaría al país, e hizo los cálculos de los escurrimientos naturales, a partir de lo cual se justifica la cantidad de agua que se envía a Estados Unidos.