La política energética del actual gobierno de fortalecer a las empresas productivas del Estado y cerrar mercado a los participantes privados, genera incertidumbre a las firmas nacionales y extranjeras, y todo apunta a que 2021 será un espacio con menores oportunidades para invertir, advierte Ramón Basanta, director de ATCO Energía México.

Este año, junto a los cambios, el Covid ha generado más incertidumbre. Muchos de nuestros planes son estratégicos, y al final de año probablemente tengamos un panorama de cómo y en qué invertir. Si se mantienen estas políticas será, cada vez más difícil encontrar proyectos. Nuestros planes, por lo menos, se estarán modificando y las oportunidades serán menores en 2021, dice en entrevista.

El directivo de la empresa de energía, enfocada en la construcción de gasoductos y suministro de electricidad a firmas privadas, considera que, pese a estos cambios regulatorios, México es aún un país con oportunidades para la inversión, por los tratados comerciales con los que cuenta, el tamaño de la población y la creciente demanda de energía.

Explicó que muchas de las empresas que ahora evalúan la situación confían en que el país mantendrá un ambiente propicio para las inversiones, incluso cuando ciertas reglas cambien.

Expresa que, por más esfuerzos que haga el gobierno por intentar dar fortaleza a las empresas de energía, se necesitan recursos.

El gobierno debe invertir en crudo y plantas de generación, entre otros, y en este momento eso no sucederá y menos en un periodo de recesión. Aunque el gobierno quiera promover ciertas cosas, no podrá hacer todo, pues no hay recursos, y el sector energético es intensivo en capital, no son unos cuantos millones, son miles de millones que se necesitan, explica.

En el futuro cercano el gobierno deberá decidir si va por los proyectos de prioridad para la población, pero no los podrá hacer todos, debe abrir una parte del mercado a los privados, para que entren con el capital y administren el riesgo, no se sólo es invertir, hay riesgos.