Decenas de usuarios de Twitter se dieron cita la noche del miércoles en el teatro Juárez de Guanajuato para participar en el primer día de actividades del Festival Internacional Cervantino (FIC), en su edición 48. ¿Cómo fue posible que lo hicieran sin sana distancia, sin cubrebocas, sin salir de sus hogares?

La tecnología y una sencilla pero mágica idea propiciaron la interacción, el juego en el que intervinieron durante tres horas las personas que en redes sociales se toparon con la invitación para encender la instalación lumínico-sonora titulada Ausencia: memoria colectiva.

Bastó con enviar un tuit con la palabra Cervantino o #MemoriaFIC, para poner a funcionar el audio y las luces colocadas en el foro del teatro, ante butacas vacías. La escena se transmitió en vivo. Por momentos, parecía un duelo de espadas láser rojas, blancas, verdes.

Después se rompían en brillantes chispas que poco a poco formaban letras: los nombres de los usuarios. La imagen duraba apenas unos segundos, para compartir la ilusión de que el protagonista principal de la noche era el tuitero en turno: segundos de fama en el corazón cervantino.

La pieza fue creada por los artistas digitales que trabajan en La Colmena Centro de Tecnologías Creativas Grace Quintanilla (que se ubica en Tlaxcala) y el Laboratorio de Tecnologías Compartidas del Centro de Cultura Digital (espacio que se encuentra en los sótanos de la Estela de Luz, en la Ciudad de México).

Recipiente de experiencias

Los organizadores de esta actividad explicaron que la instalación lumínico-sonora, compuesta por una serie de 60 tubos LED programables, dispuestos de forma geométrica, fue planteada “como un monumento híbrido, un receptáculo de emociones, expectativas y experiencias, generadas a partir de una base de datos colectiva.

“Se podrá acceder a ella a través de una transmisión en vivo intervenida por animaciones digitales. Ambos elementos son afectados por usuarios que por medio de Twitter utilizan hashtags alusivos al Festival, al Centro de Cultura Digital y a La Colmena, para crear un puente entre la experiencia física, el cuerpo digital y la creación colectiva.”

La otra parte de esta actividad ocurrió en las conversaciones y comentarios que generó Ausencia: memoria colectiva, pues quienes participaban se ocuparon de hacer capturas de pantalla de sus nombres y compartirlos en sus cuentas.

De las cosas más bonitas en el Cervantino 48, Fan de esta pieza que nos deja estar en el Cervantino, Qué padrísimo; otra vez, porque no tomé captura, A ver, brillemos, Vayan y déjense abrazar por el Cervantino, Octubre siempre será Cervantino y nos verá volver a los escenarios, ¿Es neta?, cómo es que cosas tan simples me llenan el día, Las calles de Guanajuato nos llevan a un lugar mágico, pero el Cervantino nos hace viajar al origen del universo, fueron algunos mensajes que acompañaron las palabras que encendían la pieza.

No faltaron quienes lanzaron consignas, como Por un mundo lleno de amor y con cura para más enfermedades de transmisión sexual, Por el aborto legal en Guanajuato, o poesía: Amar es pensarse Cervantino y encontrar a la distancia un recoveco de música y color, “Isla lejana el otoño / cubierta por un manto de hojas secas y amarillas / una canción de amor en la memoria / una triste melodía de trinos oscuros / en la desnuda arboleda de la tarde (de mi libro: Muerte de un guardabosques, 2009)”, escribió Miguel Arévalo.

Ausencia: memoria colectiva se pudo visualizar en tiempo real en https://ausencia.lacolmenatlx.mx, sólo el 14 y 15 de octubre. Así se inauguró la era digital del FIC.