Pekín. El crecimiento de China se aceleró a 4.9 por ciento en el tercer trimestre del año, respecto de igual periodo de 2019, mientras la mayoría de las principales economías del mundo siguen sufriendo las consecuencias de la pandemia de Covid-19, según datos publicados el lunes por la Oficina Nacional de Estadística (NBS).

La cifra oficial del producto interno bruto (PIB) de China siempre se estudia de cerca debido a su peso en la economía mundial. Hasta ahora se proyecta que esa nación sería la única de las grandes economías que registre un crecimiento positivo este año.

La semana pasada, el Fondo Monetario Internacional (FMI) casi duplicó su pronóstico de crecimiento económico para China en 2020, a 1.9 por ciento, citando un retorno a la normalidad más rápido de lo esperado.

En plena pandemia y en un momento en que el virus había paralizado prácticamente a China, el crecimiento en el primer trimestre se situó en un mínimo histórico, al caer 6.8 por ciento anual. El PIB se recuperó después en el segundo trimestre y sumó 3.2 por ciento, gracias a una notable mejora de las condiciones sanitarias.

El gigante asiático es el primer país que ha logrado relanzar su actividad, debido a un confinamiento estricto, pruebas de detección a gran escala y el seguimiento de los casos de contacto, dijo a Afp el analista Ting Lu, del banco de inversiones Nomura.

A fin de mitigar el impacto de la pandemia, Pekín aplicó medidas como el incremento del gasto fiscal, el alivio tributario y la reducción de los tipos de interés y del requerimiento del coeficiente de reservas bancarias para estabilizar el crecimiento y el empleo.

Además, ya con la epidemia en gran medida bajo control, las fábricas y escuelas han reabierto y los sitios turísticos de todo el país han recuperado su movimiento habitual. Así, en el tercer trimestre, los principales indicadores económicos de China volvieron a tener un crecimiento positivo.

La producción industrial del país subió 5.8 por ciento anual durante este periodo, mientras las ventas minoristas aumentaron 0.9 por ciento, también anual, lo que significó el primer incremento trimestral de este año.

Respecto de la tasa de desempleo, que en China sólo se mide en las zonas urbanas, se situó en 5.4 por ciento en septiembre, frente a 5.6 por ciento del mes anterior, aunque sigue estando por encima de su nivel anterior al Covid-19.

En general, China tiene las bases, las condiciones y la confianza para mantener la tendencia actual en el cuarto trimestre y el año completo, señaló la vocera de NBS, Liu Aihua, aunque advirtió que pese a las mejoras generales, las bases para una recuperación sostenible requieren más consolidación debido a la incertidumbre global y al desempeño desequilibrado en el país.

En tanto, para el analista Rajiv Biswas, de IHS Markit, en los próximos meses la economía china seguirá cobrando impulso, en particular gracias al consumo interno y a la temporada de vacaciones, favorable a las exportaciones.