La decisión del gobierno de México para dar asilo al presidente de Bolivia, Evo Morales Ayma, y a varios de sus funcionarios tras el golpe en aquel país, permitió salvarles la vida y colocó a la diplomacia mexicana con un alto prestigio internacional, señaló el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Maximiliano Reyes Zúñiga.

En entrevista con La Jornada a propósito de la reciente elección presidencial en Bolivia –que dio un contundente triunfo a Luis Alberto Arce Catacora, miembro del Movimiento al Socialismo (MAS)– y el conflicto entre ambos países a raíz del golpe de Estado de noviembre pasado, que orilló a Morales Ayma a dimitir y buscar protección en el exterior, el funcionario de la cancillería indicó que México refrendó su tradición de asilo.

La historia nos da la razón. Sin lugar a dudas el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, con la decisión tan acertada de haberle salvado la vida a Evo Morales, escribe ya, de su puño y letra, una página en la historia latinoamericana. Esta posición ha dado a México un gran prestigio internacional y una autoridad moral y diplomática enormes, incluso históricas, al nivel de los episodios más importantes de la diplomacia mexicana, subrayó Reyes Zúñiga. Durante estos 11 meses de conflicto en la nación sudamericana, recordó que México brindó la protección internacional a 60 bolivianos (ex funcionarios de gobierno o simpatizantes del MAS) tanto en sus sedes diplomáticas en La Paz como en territorio mexicano, y entre ellos estaba el hoy presidente electo Arce Catacora.

Ante las hostilidades con el régimen de facto de Jeanine Áñez, que pusieron en riesgo instalaciones y personal diplomático mexicano y a los propios asilados, el subsecretario aseguró que las respuestas siempre privilegiaron el diálogo, la diplomacia y la defensa de la soberanía, como instruyeron el presidente López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard.

Con el triunfo electoral del MAS (del que Morales Ayma es la figura más representativa), México seguirá resguardando a quien así lo solicite, hasta que las condiciones en Bolivia les permitan retomar su vida con tranquilidad.

Con la elección del domingo, enfatizó Reyes Zúñiga, el pueblo boliviano dio al mundo un claro ejemplo: Que la única vía para resolver las diferencias es la electoral, democrática, pacífica y civilizada, sin injerencismos extranjeros. México apoya y refrenda ese mensaje. La región ya no soporta más conflictos armados, situaciones ilegales o golpes de Estado civiles o militares.