Jueves 22 de octubre de 2020, p. 28
Vecinos de Coyoacán aseguraron que la sectorización en la distribución de agua potable que planteó el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) no mejorará el servicio en las zonas populares y fortalece la privatización en la gestión de los recursos hídricos
.
Expusieron que si bien el objetivo del programa Agua para todos es redistribuir el líquido y reducir las fugas, la implementación está orientada por las vías de comunicación primarias y no pasará por las zonas de atención prioritaria que son el interior de las colonias.
Las zonas en las que se enfocará la distribución colindan con proyectos inmobiliarios de gran magnitud que podrían ser los mayormente beneficiarios por el programa
, advirtieron.
Las diferentes agrupaciones vecinales que se pronunciaron en contra del programa indicaron que el líquido está enfocado a los corredores más urbanizados, es decir, está garantizado sólo el abasto a las inmobiliarias y no a las zonas populares.
Sectorizar aún más la red hidráulica, en una zona con altos intereses políticos y económicos, daría mayor poder a las autoridades para ejercer actos de violencia política hacia los habitantes de Los Pedregales, donde los corredores inmobiliarios podrían garantizar mayores factibilidades para la construcción de edificios en esta zona
, expresaron los habitantes inconformes.
Desde hace seis años los residentes de Coyoacán han exigido al Sacmex transparentar la gestión del agua y que les permitan participar activamente en la toma de decisiones sobre la distribución del líquido en sus colonias, donde se padece escasez.
Sin embargo, con argumentos de seguridad nacional les han negado toda información; incluso, en agosto pasado, cuando los habitantes exigieron conocer cuáles serían los pozos que abastecerían a las inmobiliarias de la zona, también su petición fue rechazada por la misma razón.
Los vecinos manifestaron que la poca transparencia de este proceso ha permitido que las empresas encargadas de la gestión puedan intervenir los territorios, dejando una estructura de tubería que beneficia a nuevos desarrollos y precariza aún más a los residentes originarios, por lo que rechazan la sectorización.