El presidente Miguel Díaz-Canel acusó ayer al gobierno de Estados Unidos de tener un odio enfermizo contra Cuba, después de conocerse la imposición de nuevas medidas que limitarán las posibilidades de que lleguen remesas a la isla desde esa nación norteña.

Estados Unidos insiste en dañar a la familia cubana con una nueva medida contra las remesas. Perversas intenciones del gobierno imperial, que le desacredita y ridiculiza por su enfermizo odio contra una pequeña nación cuyo heroico pueblo no se rinde, escribió el mandatario cubano en su cuenta de Twitter.

La víspera, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Washington anunció que el 27 de octubre se dará a conocer una regla final que modifica y prohíbe las transacciones financieras con empresas incluidas en la Cuba Restricted List, una relación negra elaborada por el Departamento de Estado estadunidense, que incluye más de 200 compañías de la isla que no pueden tener vínculos con empresas y ciudadanos estadunidenses.

La decisión de la OFAC será efectiva a fines de noviembre y afectará en particular a la empresa financiera cubana Fincimex, incluida en la lista de entidades sancionadas por Estados Unidos desde el 12 de junio y que es la contraparte en la isla de Western Union, una de las principales empresas estadunidenses que tramita las remesas de los emigrados cubanos.

El canciller cubano, Bruno Rodríguez, condenó el viernes la decisión del gobierno de Estados Unidos de limitar aún más las opciones de entrada al país de las remesas que los emigrados de la isla envían desde ese país a sus familiares en Cuba.

La nueva medida contra las remesas reafirma que no existen límites para un gobierno criminal en la imposición de políticas que limiten los contactos, la comunicación y la ayuda mutua entre las familias de ambos países, expresó el funcionario en Twitter.