Polémico su uso como oxigenante
Lunes 26 de octubre de 2020, p. 22
La limitación actual en el uso del etanol como oxigenante en las gasolinas a una proporción de 5.8 por ciento en la mayor parte del país y prohibido en las zonas metropolitanas de Monterrey, Guadalajara y Ciudad de México, es por su efecto en la emisión de ozono y otras partículas suspendidas.
De acuerdo con el Análisis de impacto regulatorio de la NOM-EM-005 CRE-2015, sobre especificaciones de calidad de los petrolíferos, se establece que en el caso del etanol es importante regularlo a fin de garantizar el buen funcionamiento y control de emisiones del vehículo, toda vez que su adición no controlada produce formaldehidos, que son precursores en la formación de ozono y PM10 como productos de la combustión.
Las partículas PM10 son una mezcla de compuestos microscópicos suspendidos en el aire.
El análisis señala que la regulación es indispensable, dado que las mezclas no controladas de gasolinas con alcoholes pueden ser higroscópicas, es decir, absorben agua, lo que representa un problema durante el transporte de la gasolina desde un tanque de almacenamiento hasta una estación de servicio ya sea por ducto o autotanque, debido a que al mezclarse con el azufre que pueda contener el combustible produce ácido sulfhídrico que es altamente corrosivo para las diferentes partes del motor.
Es importante destacar que el contenido energético es relevante desde el punto de vista del consumidor, porque se relaciona directamente con la eficiencia energética del combustible. Es decir, cuanto mayor sea el contenido calorífico de un combustible, mejor será la eficiencia del combustible (más kilómetros recorridos por cada litro de combustible consumido). El etanol tiene 16 por ciento menos contenido energético que otros oxigenantes y 32 por ciento menos que la gasolina.
De acuerdo con el Departamento de Energía de Estados Unidos: los vehículos generalmente recorrerán entre 3 y 4 por ciento millas por galón menos al utilizar combustibles con 10 por ciento de etanol (E10)
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Algunos especialistas han puesto enfásis en las oportunidades que representa la producción de etanol a partir de la caña de azúcar lo que detonaría esta nueva biotecnología.
Sin embargo, en muchos lugares se continúa con la práctica de quemar la caña de azúcar antes de la cosecha, lo que libera grandes cantidades de metano y óxido nitroso, dos gases que agravan el calentamiento global. Esto se solucionaría mecanizando el proceso de cosecha, pero disminuiría el empleo rural.
Cuando el etanol es producido a partir de maíz, en su proceso de elaboración se está utilizando gas natural o carbón para producir vapor y en el proceso de cultivo se usan fertilizantes nitrogenados, herbicidas de origen fósil y maquinaria agrícola pesada que también utiliza combustibles fósiles.
Es importante señalar que los grupos productores de etanol estadunidense buscan nuevos mercados y pretenden entrar al mercado mexicano. Cabe recordar que a inicios de 2020, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) otorgó un amparo a diversas asociaciones ambientalistas contra el uso del oxigenante, por lo que se revirtieron cambios a la NOM-016 que la CRE hizo en 2017 para subir el límite de mezclas de etanol a 10 por ciento fuera de las zonas metropolitanas. Como consecuencia, el límite de contenido de etanol permanece en 5.8 por ciento.