Arlington. Después de recuperar el control con la victoria del quinto partido, los Dodgers de Los Ángeles quedaron con ventaja 3-2 y a un paso del título de la Serie Mundial. Pero en el beisbol nada está definido, las Rayas de Tampa Bay tienen poder y medios para forzar hoy a un séptimo choque.

Los Dodgers, finalistas en los Clásicos de Otoño de 2017 y 2018, que coronaron a los Astros y a Medias Rojas, pueden asegurar el martes su primer título desde 1988 en el Globe Life Field en Arlington, ante una cantidad limitada de espectadores, unos 11 mil, por la pandemia del coronavirus.

La victoria 4-2 el domingo en el juego cinco podría ser determinante para definir el título. Para el partido de este martes los mánagers Kevin Cash (Rayas) y Dave Roberts (Dodgers) ratificaron al zurdo Blake Snell y a Tony Gonsolin, respectivamente, para subir al montículo.

Seremos agresivos, adelantó Cash; “si podemos conseguir una ventaja y limitarlos, tendremos a algunos de los tipos grandes de vuelta en el bullpen y estarán listos”.

Si el duelo llega a un séptimo encuentro el miércoles, el conjunto de la Florida se inclinaría por otro de sus brazos fuertes, el derecho Charlie Morton, mientras los de California escogerían a Walker Buehler, con cuatro días de descanso.

El astro de los Dodgers, Clayton Kershaw , quien tuvo una muy buena actuación el domingo, podría salir del bullpen en caso de tener que garantizar un triunfo que los lleve al codiciado trofeo.

Kershaw, ganador de tres premios de pitcheo Cy Young, el domingo lanzó en cinco y dos tercios de entradas, en las que diseminó cinco hits y dos carreras con seis ponches, para llegar a 207 abanicados en postemporadas, la mayor cantidad para un lanzador. Dejó atrás a Justin Verlander de los Astros, con 205.

Estoy muy emocionado, ya que estamos a un triunfo de ganar la Serie Mundial, debemos seguir jugando como lo estamos haciendo, señaló Kershaw, entusiasmado.

En las Rayas, la esperanza es que el cubano Randy Arozarena siga haciendo estragos al pitcheo contrario. Desconocido a nivel de Grandes Ligas, el estelar novato llegó muy sólido a la postemporada y ha implantado varios récords.

Con un sencillo el domingo frente a Kershaw, Arozarena estableció una nueva marca de hits conectados en una postemporada con 27, para rebasar por uno al venezolano Pablo Sandoval (Gigantes, 2014).

También estableció el sábado un récord de jonrones con nueve en la postemporada y desde que conectó el hit 23 dejó atrás a Derek Jeter (Yanquis, 1996) como el novato con más imparables.

Esos números reflejan que es una pieza fundamental para Tampa Bay y quiere alargar más allá del martes los playoffs, que culminan esta temporada recortada de 162 a 60 juegos por la pandemia.

Esperamos ganar, dijo por su parte un confiado Ryan Thompson, lanzador de Tampa Bay.