Aunque la agrupación de iglesias evangélicas Confraternice asegura que ya suman más de 30 millones de fieles, hace sólo una década el Inegi ubicaba en 10 millones a los mexicanos con una religión distinta a la católica.

En 2016, la Encuesta Nacional sobre Creencias y Prácticas Religiosas en México apunta en sus conclusiones que el país experimenta un lento pero sostenido cambio religioso donde decrece la población católica, aumenta la de aquellas denominaciones cristianas evangélicas y bíblicas y también las personas sin religión. En el mismo sondeo se identifica que esa migración ha sido sobre todo porque confiesan, su anterior religión ya no les satisfacía y encontraron en aquél, un nuevo sentido para vivir.