Barcelona. Encumbrado para sorpresa general en 2015 y blanco de toda clase de críticas en 2020, entre deudas, escándalos, amago de salida de Lionel Messi, y estando a las puertas de un voto de censura, Josep Maria Bartomeu anunció su dimisión ayer al cargo de presidente del Barcelona.

Es una decisión meditada, serena, consultada y acordada por todos los compañeros, precisó Bartomeu en una rueda de prensa al puntualizar que toda su junta directiva también dimitió, con lo que se evita proceder con una moción de censura prevista para las próximas semanas.

El directivo intentó convencer al gobierno catalán de que desechara la realización del voto de censura debido a la pandemia, pero no fue respaldado. En su discurso, Bartomeu calificó la decisión del gobierno de irresponsable, al tiempo que agradeció al club y dijo que no podía haber renunciado antes.

“Tras la eliminación de Champions lo fácil era dimitir, pero teníamos que garantizar el futuro del club en medio de una crisis mundial sin precedentes”. Agregó que tras los conflictos producidos con el atacante Messi, no podía dejar al equipo en manos externas y temporales.

¿Quién hubiera firmado a un técnico o fichar a jugadores o asegurar la continuidad de Messi o adecuar los salarios? Como junta teníamos la obligación de hacerlo, justificó.

En su comparecencia de despedida, informó que el club aceptó participar en una futura Superliga, aunque ello deberá ser aprobado por los socios. Ese torneo reuniría a los 18 mejores equipos de los principales campeonatos europeos, idea que en agosto desechó Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA.

A su vez, Javier Tebas, titular de la Liga de España, opinó: Parece una idea de barra de bar a las cinco de la mañana, ahí todos escondidos y con dos copas de más.

El año 2020 fue negativo para el Barça, no sólo porque dejó la Liga al Real Madrid, sino también porque perdió los dos clásicos contra el máximo rival blanco (el más reciente el sábado en casa 3-1) y por la humillación 8-2 frente al Bayern de Múnich.

Desde enero de 2020, las decisiones de Bartomeu, de 57 años, han sido reprobadas: la designación de Quique Setién para sustituir a Ernesto Valverde no fue del todo entendida por la afición culé, que se ilusionaba con el regreso de la leyenda Xavi Hernández.

En febrero, el club tuvo que desmentir que se hallaba detrás de una campaña de desprestigio en las redes sociales hacia las figuras del plantel, con la finalidad de mejorar la imagen del propio presidente.

El Barça también pagó un millón de euros en seis facturas distintas a la empresa I3 Ventures para evitar pasar por el voto de los socios, que deben validar todo contrato superior al millón de euros. Todavía sigue en curso una investigación judicial.

Por ahora, una junta gestora encabezada por Carles Tusquets, actual presidente de la comisión económica del club, asumirá la dirección con el fin de convocar a elecciones dentro de un máximo de tres meses.