El gobierno federal puso en marcha un programa de retiro voluntario que permitirá que en total 10 mil de los 16 mil elementos de la extinta Policía Federal (PF) obtengan una compensación por sus servicios en la corporación y esto incluirá a agentes que no estén satisfechos con su integración a la Guardia Nacional (GN).

Funcionarios revelaron que la extinta PF tenía una plantilla, al cierre de 2018, de 36 mil elementos, y de ellos 18 mil eran agentes que participaban en acciones de vigilancia carretera, en prevención del delito, en operativos antinarcóticos, inteligencia y análisis, además de los encargados del área científica.

De acuerdo con la información obtenida, para evitar que grupos de agentes que pudieran tener nexos con grupos delictivos al inicio de esta administración continuaran, se planteó la recuperación del control de la corporación sin aspavientos.

Sin embargo, reconocieron que la reconversión de la PF y la construcción de la GN generó que algunos agentes tomaran los puntos de acceso el aeropuerto capitalino por tres o cuatro horas, y que realizaran movilizaciones en distintos puntos de la Ciudad de México desde agosto de 2019 y al inicio de este año.

Los entrevistados mencionaron que la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana no contaba con recursos suficientes para integrar un programa de retiro voluntario y por ello se planteó la posibilidad de contratar a los agentes en diversas instituciones y principalmente que se unieran a la GN.

Según las fuentes consultadas, la institución requería alrededor de mil millones de pesos para concluir el programa de depuración.

En la actualidad, señalaron, se han inscrito en el programa de depuración 10 mil de los 18 mil elementos operativos.

En ese contexto, explicaron que en esta administración 8 mil elementos de la extinta PF pasaron a la GN; sin embargo, también algunos de ellos han tomado la decisión de entrar al programa de retiro.