Acapulco, Gro., Propietarios, instructores y usuarios de gimnasios bloquearon ayer la avenida costera Miguel Alemán, frente a la glorieta de la Diana, en rechazo a las medidas sanitarias aplicadas por el gobierno estatal desde el pasado lunes para evitar la propagación del Covid-19, entre ellas el cierre de esos establecimientos.

Los dueños de los negocios reprocharon que ya cerraron cuando se inició la emergencia por la pandemia, en abril; señalaron que no existe evidencia de que enfermos de coronavirus se hayan contagiado en gimnasios.

Argumentaron que se pierden fuentes de empleo y que ellos siguen pagando impuestos, rentas y servicios.

Los propietarios de los centros deportivos indicaron que son fuente de salud y quienes hacen ejercicio suelen cuidar su alimentación.

Explicaron que en Acapulco hay al menos 110 gimnasios, cada uno de los cuales genera entre cinco y 10 empleos.

La manifestación se inició a las 9:30 de la mañana; tres horas después los inconformes fueron replegados por elementos de las policías estatal y ministerial de Guerrero.

Durante el mitin una comisión fue recibida por autoridades estatales en la oficina de gobierno en la zona Diamante; en ese lapso los manifestantes permitieron la circulación de manera parcial.

Sin embargo, la comitiva no llegó a un acuerdo con los representantes de administración estatal, por lo que los inconformes que se encontraban en la costera volvieron a bloquear la vialidad y los policías los desalojaron.

Reprochan que se permita el Buen Fin

Pedro Jiménez, uno de los portavoces de los propietarios de gimnasios, subrayó: “No estamos pidiendo nada, sólo que nos dejen trabajar. Somos parte importante de la sociedad; se está generando un problema social".

Otra de las afectadas, Marisol Miranda, manifestó: Nos cobran renta, pagamos permisos, impuestos, pagar salarios. ¿Qué tiene que ver salvar la Navidad con cerrar gimnasios?

Los manifestantes reprocharon al gobierno por no haber suspendido el denominado Buen Fin ni ordenado el cierre de tiendas. Autoridades se comprometieron a organizar una mesa de trabajo, pero no a autorizar la apertura de los gimnasios.