Las cuotas de género y la paridad en candidaturas han aumentado las oportunidades de las mujeres para llegar a las boletas electorales, lo que ha contribuido a incrementar su presencia en cargos de elección popular; sin embargo, no se han logrado nivelar las condiciones bajo las cuales ellas compiten, ejercen sus cargos y gobiernan, aseveró ONU Mujeres México.

En un estudio que realizó sobre los retos y obstáculos que enfrentan las presidentas municipales, a través de entrevistas a alrededor de100 mujeres, detectó que másde la mitad han recibido comentarios ofensivos o descalificaciones sobre las féminas que ingresan en la política y las han difamado o calumniado, además a 31 por ciento le han negado recursos económicos o acceso a informes de cuenta pública o presupuesto.

Una de cada cinco manifestó haber recibido comentarios de que sus logros se han debido a relaciones sexuales con otros políticos, y a 17.2 por ciento la han acosado u hostigado dentro de su partido, además de que en 16.1 por ciento han amenazado a alguien de su familia o entorno para que deje su cargo.

También, 27.6 por ciento señaló que se han llevado a cabo reuniones con integrantes del cabildo a las que no fue invitada, y en 14.9 por ciento le han negado acceso a su oficina o casa de gobierno.

De acuerdo con el estudio Consolidar la paridad y transformar las democracias, un buen número de entrevistadas manifestaron haber sido víctimas de múltiples ataques y barreras por el hecho de ser mujeres tanto en campaña como en el ejercicio del cargo. Estos actos consistieron en dirigir las invitaciones a actos a sus esposos, recibir tratos diferenciados en reuniones con gobiernos estatales, minimización de su figura de autoridad, invisibilizar o asumir que no están ejerciendo el cargo, entre otros.

La Agencia de Naciones Unidas refirió que en el ámbito político las mujeres hacen frente a obs-táculos, por un lado, de carácter estructural y, por otro, de carácter personal. Entre de los primeros, se hallan los estereotipos de género que consideran que la participación de las mujeres corresponde al espacio privado, lo cual genera discriminación y violencia contra ellas. Dentro de los segundos, se cuentan las creencias personales, muchas de ellas basadas en los roles de género aprendidos socialmente, que las llevan a tener dudas sobre su capacidad.

Señaló que en el ámbito municipal, entre 2015 y 2019, la proporción de ayuntamientos presididos por mujeres pasó de 9.4 a 22.8 por ciento, situación que difícilmente podría explicarse sin la llegada de la paridad de género a las candidaturas municipales.