Miércoles 18 de noviembre de 2020, p. 4
En un mundo donde se da prioridad a la tecnología y a la rapidez de las diversiones, las humanidades están un poco marginadas, y eso, en la educación, es algo terriblemente trágico, afirma el escritor, filólogo y helenista español Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943).
El también editor y crítico literario recibirá hoy, en una ceremonia virtual, el Premio Internacional Alfonso Reyes 2020 de parte de la Secretaría de Cultura (SC), a través del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, en colaboración con la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) y la Sociedad Alfonsina Internacional.
En entrevista vía telefónica, el autor de Diccionario de mitos (1997) explica que si bien los griegos clásicos siguen vigentes, con cierto encanto, “en la enseñanza han ido perdiendo espacio los personajes del mundo antiguo; están cada vez más arrinconados.
“Sin embargo, algo queda; al menos en España, en los kioscos de periódicos, se venden muchos libros de mitología para niños, como si para ellos persistiera algún atractivo. Me consta que muchos pequeños se entusiasman leyendo esas historias de dioses griegos.
Si bien en el mundo arcaico la vida era distinta, más sencilla, la li-teratura de esa época habla de hazañas tremendas, héroes trágicos, el mundo de la guerra. Para nosotros puede resultar lejano, pero hay cierta humanidad que nos atrae; los dioses griegos aman, odian, son demasiado humanos en su variedad, que va desde Zeus, el dios de la justicia, hasta Afrodita, la diosa del amor, sin olvidar que para ellos la inteligencia fue una figu-ra femenina: Atenea. Todos representan un mundo ya no religioso, sino fantástico del que no podemos desprendernos fácilmente
.
García Gual lamenta que “una de las cosas más terribles de la sociedad actual, marcada por un progreso material y técnico tremendo, es la amenaza a la libertad de la fantasía de los individuos.
Por ejemplo, los planes de estudio universitarios cada vez están más volcados hacia una salida inmediata, enfocada no tanto al saber, sino a manejar las técnicas. Eso ocasiona que la enseñanza de la literatura y la filosofía parezcan un lujo en una sociedad que debería tener cada vez más espacio para los placeres del espíritu, dicho de una manera anticuada.
El escritor reitera que defiende a los clásicos no como lecturas obligatorias, “sino porque nos abren horizontes, nos llevan a mundos y nos hacen conocer personajes mucho más interesantes que la realidad cotidiana. Si uno se mete en ese mundo, hay un gran placer.
“Por eso hay que defender la lectura por gusto, y más en estos tiempos de confinamiento que vive el mundo a causa de la pandemia de Covid-19 y que está provocando depresión por no poder ir al teatro o reunirnos con los amigos. Por eso, qué bien conocer a Ulises, saber quién es Hamlet o ver qué pasa en Guerra y Paz. La lectura de los grandes textos clásicos abren caminos enormemente atractivos.”
El traductor de obras como Vida y hazañas de Alejandro de Macedonia, de Pseudo Calístenes, dice que conoce desde hace muchos años, quizá hace medio siglo
, los libros de Alfonso Reyes, sobre todo los que abordan el mundo griego.
Mi afecto por Alfonso Reyes es muy grande, escribía muy bien
, señala el galardonado, “con una claridad, soltura y alegría magníficos. Incluso Borges dice que se trata del mejor escritor de su época. No tengo sus obras completas, pero tengo libros sueltos, desde los que se publicaron en la colección Austral hasta los Diarios del FCE.
“Me atrae bastante su simpatía por el mundo griego, sobre el que escribió mucho. La UANL prepara una edición con su traducción de nueve cantos de La Iliada, la cual hizo después de sus 60 años. Se publicará con un prólogo mío.”
Tras publicar un libro sobre el mito de Edipo, García Gual acaba de terminar prólogos para diversas lecturas de clásicos, “como la historia fantástica de Alejandro Magno o, recordando qué eran las comedias de Aristófanes, que es un teatro muy distinto al nuestro pero lleno de humor y gracias.
Releo bastantes cosas, pero procuro estar en el presente. ¡Cuánto me gustaría haber podido ir a México!, es un país de grandes amigos, si bien algunos ya han desaparecido, como mi querido Miguel Léon-Portilla, a quien pude saludar en mi anterior viaje y me regaló su libro de poemas náhuas
. El Premio Internacional Alfonso Reyes 2020 tuvo como jurado a Coral Aguirre, Felipe Garrido y José Javier Villarreal, quienes otorgaron por unanimidad el galardón a García Gual tras considerar que la pasión del autor nos ha legado una extensa e imprescindible bibliografía
, en la que destacan títulos como La muerte de los héroes (2016), Los orígenes de la novela (1972) y La historia del rey Arturo y de los nobles y errantes caballeros de la Tabla Redonda (1983).