Domingo 22 de noviembre de 2020, p. 8
El Instituto Nacional de Migración (INM) introdujo un nuevo sistema para reducir, incluso a un día, el tiempo que requieren trámites de regularización y estancia en México que antes significaban semanas o meses.
Los responsables del proyecto explicaron que esta alternativa, enmarcha desde agosto pasado en la Ciudad de México y ahora prácticamente en todo el país, es útil para frenar las prácticas de corrupción, especialmente cuando se informaba al extranjero que volviera en unas semanas y ahí cualquiera de las partes optaba por el soborno o la denuncia.
La tecnología fortalece los sistemas de identificación, por ejemplo, cuando un migrante tiene alerta
de autoridades policiales.
Ayuda también a abatir el rezago histórico del instituto, organismo que da anualmente 400 mil atenciones, correspondientes a 29 trámites, los cuales generaron al erario en 2019 alrededor de 765 millones de pesos.
El nuevo modelo de gestión, con biometría electrónica, ha multiplicado los trámites resueltos. De agosto a la fecha el organismo reporta 60 mil 768 beneficiarios, de los cuales 28 mil 956 concluyeron su diligencia al momento
y el resto lo hizo en un poco más porque su circunstancia requirió consultas con embajadas y otras autoridades, incluidas las fiscalías.
El avance es notablemente documental porque antes el extranjero tenía que acudir a una oficina del instituto a plasmar sus huellas con tinta sobre un papel, sacar copias y entregar fotografías de estudio, luego esperar al análisis de esta compilación de datos por varios funcionarios y volver cuantas veces se le indicaba.
La integración del expediente, prácticamente a mano, provocaba la demora y, por tanto, el coyotaje y las quejas de los usuarios.
Era un sistema muy burocrático y largo
que abría la puerta para la corrupción, comentó a La Jornada Alejandro Tagle Marroquín, director general de Regulación y Archivo Migratorio del INM, quien trabaja para esta etapa de modernización administrativa en coordinación con Armando López Cárdenas, de la oficina del comisionado del INM, Francisco Garduño.