En un país con la extensión territorial de México, implementar una red de ultracongelación –que alcance temperaturas de menos 70 grados Celsius– como requiere la candidata a vacuna del laboratorio Pfizer sí representaría un reto importante, pues ningún país en el mundo, ni siquiera Estados Unidos, donde se fabrica, cuenta con esta red, señaló José Luis Alomía, director general de Epidemiología de la Secretaría de Salud (Ssa).

Enfatizó que pese a los obs-táculos, no se descarta que se pueda llevar a cabo una implementación en ciertas áreas o a nivel regional, lo que requerirá toda una logística e inversión.

Sin embargo, afirmó que “será mucho más eficiente invertir en vacunas que lleguen a los puntos más lejanos, a comunidades rurales donde seguramente habrá personas en riesgo, por lo que se usarán las vacunas que pueden llevarse en red de frío –4 a 8 grados Celsius, sin descartar, dijo, que en lugares donde sí se disponga equipamiento podrán usarse otro tipo de vacunas.

En conferencia vespertina en Palacio Nacional, Alomía puntualizó que aún se deben esperar los resultados finales de los ensayos clínicos fase 3 de todas las candidatas a vacuna para verificar su seguridad, eficacia y calidad, pues, hasta ahora, sólo han presentado resultados preliminares.

En México, dijo, tenemos ya comprometidas toda una serie de vacunas, y en función de lo que demanden para su logística, se determinará en qué áreas o lugares puede usarse una vacuna o la otra.

Agregó que hasta el momento no hay posibilidad de seleccionar una vacuna, ya que todas están en expectativa de acceder a ellas y adquirirlas, por lo que en la medida en que se conozca la información de sus resultados finales, se podrán tomar las decisiones de cuáles incorporar a una estrategia nacional de vacunación.

Luego de informar que los contagios confirmados de Covid-19 aumentaron en 6 mil 719 para un total de un millón 32 mil 688, mientras los fallecimientos se incrementaron en 550 para un total 101 mil 373, indicó que entre los factores relevantes para elegir una vacuna e integrarla al programa de inmunización, es su viabilidad operativa.

Se trata de definir cómo puede llegar del proveedor internacional, explicó, hasta los almacenes nacionales y estatales, y de ahí a las jurisdicciones sanitarias para pasar a los hospitales o unidades de salud donde se aplicará. La vacuna de Pfizer, indicó, requiere procesos de ul-tracongelación para poder garantizar su eficiencia, “y si no se aseguran estas condiciones, la vacuna se inactiva, es decir, deja de tener el efecto en las personas, no generaría la respuesta inmunológica.