En el contexto del Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), el cumplimiento de medidas anticorrupción será un requisito indispensable para atraer inversiones y firmar contratos con compañías de los países socios, por lo que las empresas mexicanas deben empezar a ver este aspecto como una inversión en vez de un gasto.

Así lo advirtió Luis Manuel Pérez de Acha, ex integrante del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Nacional Anticorrupción, quien señaló que el gobierno del país debe crear normas que ayuden a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) en este camino, pues de lo contrario muchas de ellas quedarán rezagadas y perderán competitividad.

Es un tema del que aún se habla poco, pero el T-MEC va a provocar un vuelco completo, porque en su capítulo 27 se habla de asuntos anticorrupción, que es un apartado muy relevante en el comercio internacional. Las empresas de Estados Unidos y Canadá sí tienen que cumplir con una normatividad al respecto, mientras que en México las leyes son más laxas o no lo contemplan, advirtió en entrevista el experto en derecho fiscal y administrativo.

Tanto por el T-MEC como por el Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea, las compañías mexicanas deben mostrarle a sus socios que cuentan con protocolos y mecanismos anticorrupción, porque se ha presentado el caso de que, incluso con compañías como Pemex y la CFE, termina habiendo contingencias muy fuertes.

Debido a lo anterior, dijo Pérez de Acha, en el futuro inmediato las empresas mexicanas se tendrán que alinear, y el reto no es sencillo, porque más de 90 por ciento de ellas son mipymes, y el cumplir con estos estándares implicará costos que no se pueden adoptar de manera inmediata.