Videgaray en la picota // FGR-UIF lo investigan
ra cuestión de tiempo, porque estaba en la mira desde el comienzo de la nueva administración y tarde que temprano irían por él. Y parece que el momento llegó: Luis Videgaray, el otrora poderoso brazo derecho de Enrique Peña Nieto (o éste de aquel) es investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), tras las denuncias públicas que en su contra, y para salvar sus respectivos pellejos, han hecho Emilio Lozoya, ex director general de Petróleos Mexicanos (pago de sobornos para compra de votos a favor de la aprobación de la reforma energética y participación en el entramado de Odebrecht); Rosario Robles (participación en la estafa maestra), ex titular de la Sedesol y la Sedatu, también en tiempos del novio de Tania, y Emilio Zebadúa, ex oficial mayor de éstas últimas dos dependencias.
Si bien desde semanas atrás se filtró que la Fiscalía General de la República habría solicitado una orden de aprehensión en contra del ex secretario de Hacienda de Peña Nieto –lo que no fue debidamente aclarado por dicha institución–, ahora queda claro que la Unidad de Inteligencia Financiera se ha dado a la tarea de documentar la presunta participación de Videgaray en todo tipo de chanchullos, especialmente los referidos por Lozoya, Robles y Zebadúa, y las de quienes se suban al camión de los testigos protegidos y/o colaboradores.
La Jornada lo publicó así: “la Unidad de Inteligencia Financiera inició una investigación contra Luis Videgaray Caso señalado por Emilio Lozoya Austin como pieza clave en el pago de sobornos para comprar votos a favor de la aprobación de la reforma energética. Santiago Nieto Castillo, titular de la UIF, expuso que al expediente del secretario de Hacienda en el gobierno anterior se sumará la información que aporte Rosario Robles (investigada por la estafa maestra, quien anunció que se acogería al llamado criterio de oportunidad a fin de colaborar con la justicia en esa investigación.
La UIF abrió una pesquisa al también ex secretario de Relaciones Exteriores rastreando los movimientos bancarios que se remontan a una década por las acusaciones de actos de corrupción. Hasta ahora, Emilio Zebadúa ha hecho acusaciones directas en contra de Videgaray
.
Cuando días atrás los abogados de Rosario Robles aseguraron que su cliente va a dar toda la información que requiera el Estado mexicano para llegar
a Luis Videgaray, éste aseguró que la denuncia carece de sustento alguno; no podrán probar mentiras
, porque ahora aduce que nada sabía y en ninguna parte metía las manos.
Bueno, que le crean en su casa, porque como Secretario de Hacienda decidió todo, incluso trajo a México, en calidad de jefe de Estado, al candidato Donald Trump, es decir, se metió en algo que ni lejanamente le correspondía. Se supone que esa acción le costó el puesto –aunque tras bambalinas siguió operando–, sólo para reaparecer poco después como titular de Relaciones Exteriores, sin contar con la mínima experiencia diplomática (vengo a aprender
, dijo en su momento).
No solo eso: Videgaray, ajonjolí de todos los moles durante el gobierno peñanietista, fue coordinador de la campaña electoral de EPN; también cabeza del equipo de transición (en el que lo acompañaron –en el escalón inferior inmediato– Miguel Ángel Osorio Chong y Jesús Murillo Karam) y el padre
del Pacto por México, entre tantas otras cosas. Y ahora, con la cara más dura que una piedra, asegura que nada sabía, nada decidía y en nada se metía.
Entonces, que la Unidad de Inteligencia Financiera investigue a Videgaray es señal de que la Fiscalía General de la República solicitó a Santiago Nieto que procediera en tal sentido, porque, como lo detalló el presidente López Obrador, no podemos nosotros como Poder Ejecutivo estar investigando si no existe una solicitud de la fiscalía o un acto notorio de corrupción denunciado que requiera saber sobre el manejo del dinero, darle seguimiento al dinero en el sistema financiero
. Y la UIF depende del Ejecutivo.
Las rebanadas del pastel
Ya quisiera cualquier político una millonésima parte del apoteósico homenaje popular que en Argentina y el mundo recibió Diego Armando Maradona.