Al mismo tiempo que agradeció al Senado haber aprobado la eliminación del fuero presidencial, con lo que terminan, dijo, más de 150 años de privilegio, el presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su rechazo a la relección, después de que el pleno de San Lázaro aprobó los lineamientos para que los diputados puedan ser candidatos sin pedir licencia ni perder sus apoyos económicos.

En conferencia de prensa –que duró 59 minutos–, ayer adelantó que el lunes se presentará el segundo paquete de inversión en infraestructura de la iniciativa privada y el martes rendirá su segundo informe de gobierno constitucional a las 17 horas en Palacio Nacional, con cuidado de la sana distancia. Ese día no habrá mañanera.

Confió en que sin ningún problema se apruebe la eliminación del fuero presidencial en la mitad más uno de los congresos locales (17) para su entrada en vigor este mismo año.

Esto es un hecho verdaderamente histórico porque ahora se va a poder juzgar al Presidente por cualquier delito, como a cualquier otro ciudadano y no sólo por traición a la patria, como era. Con esta reforma se termina el fuero, es un gran avance, resaltó.

Recordó que siempre se ha opuesto a la relección y aclaró que los cambios constitucionales para permitirla se hicieron durante el periodo neoliberal, porque los promovieron “en los gobiernos anteriores.

No fue una reforma que nosotros propusimos, ya venía de tiempo atrás, pero de esto no se ocupa la prensa conservadora, porque ellos fueron los que o promovieron o guardaron silencio cuando se hicieron estas reformas.

El Presidente también insistió a los partidos políticos que devuelvan al pueblo 50 por ciento del excesivo dinero que reciben como prerrogativas.

Que lo entreguen para apoyar a enfrentar la pandemia del Covid, para que mejoren los servicios hospitalarios; que lo donen para el pago de las vacunas que van a distribuirse de manera gratuita a todos. Es tiempo todavía para resolver esta situación.

Aseguró que tiene autoridad moral para decir: sí alcanza y se debe actuar de manera consecuente, porque como dirigente de dos partidos –que no mencionó– devolvió recursos. La primera vez –del PRD–, para la entrega de libros gratuitos de secundaria en un número importante de municipios, lo que llevó a que el gobierno de Ernesto Zedillo lo aplicara a nivel nacional.

También para un fideicomiso de ayuda a viudas y huérfanos de muchos dirigentes sociales de oposición, políticos que fueron asesinados, sobre todo en el periodo de (Carlos) Salinas de Gortari y para abrir casas de protección a migrantes en la frontera norte.

La segunda ocasión fue como dirigente de Morena, la mitad de lo que les correspondía para gastos de campaña se destinó a damnificados por el sismo de 2017.

El presidente rechazó que el Centro Nacional de Inteligencia monitoree o espíe las actividades de sus adversarios, al refrendar que se garantizan las libertades y el derecho a disentir. Lo que se difundió del Frente Nacional Anti-Amlo son recortes de periódicos, sostuvo, y aseguró que con el organismo “se previene de atentados, de los llamados levantones, secuestros que lleva a cabo la delincuencia organizada”.