Hazam Jara, director del IAGO, explicó que este ha sido un año difícil para todos, incluso para el instituto, que ha permanecido cerrado desde el 17 de marzo a causa de la pandemia de Covid-19; sin embargo, se ha mantenido en funciones.

De acuerdo con el maestro Francisco Toledo, en una entrevista con La Jornada en 2018, antes del 30 aniversario del IAGO, fue en 2006 cuando se mantuvo un funcionamiento irregular, debido a que en ese año se suscitó un conflicto entre autoridades estatales y federales contra el magisterio oaxaqueño, que era apoyado por organizaciones sociales y ciudadanos de la capital del estado.

Mantiene vivo el espíritu original

No obstante, Hazam Jara indicó que en los 32 años de este espacio, esta es la primera ocasión que ha permanecido cerrado tanto tiempo, aunque aseguró: Hay IAGO para rato, ya que el equipo que conforma la institución ha continuado trabajando, en busca de llegar a sus usuarios, ya sea mediante actividades en línea o a través de la gaceta El Alacrán, surgida en el Taller El Alacrán, que forma parte del instituto.

Añadió que las actividades que se habían planeado para este 2020 se tuvieron que suspender, por lo que ya se trabaja en el calendario del próximo año, con el fin de retomarlas; durante este año, agregó, se han llevado a cabo talleres de serigrafía, escritura y cerámica infantil, entre otros proyectos artísticos.

Jara comentó que los trabajadores del IAGO y quienes lo apoyan, como la Asociación de Amigos y el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo, buscan mantener vivo el espíritu con el que surgió y así dar continuidad al sueño de Francisco Toledo.

El instituto posee en su acervo más de 60 mil textos de diversas disciplinas; además, cuenta con la colección de arte Toledo-Inbal, la cual se integra por más de 24 mil piezas, entre grabados, pinturas, esculturas y demás piezas de artistas como Pablo Picasso, José Guadalupe Posada y Alberto Durero, entre otros.