Maiduguri. Decenas de civiles fueron asesinados el sábado en un ataque cometido en los arrozales ubicados en la aldea de Koshobe, en el noreste de Nigeria, que sufre la violencia de una insurgencia yihadista desde hace más de una década, informó la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Hombres armados llegaron en motocicletas y perpetraron un brutal ataque contra hombres y mujeres que trabajaban en los campos de Koshobe, indicó el coordinador humanitario de la ONU en Nigeria, Edward Kallon.

Al menos 110 civiles murieron cruelmente y muchos más resultaron heridos, en el ataque más sangriento cometido en esa región en lo que va del año, agregó el funcionario del organismo.

El comunicado de la ONU no mencionó al grupo yihadista Boko Haram ni a su facción disidente, el Estado Islámico en África Occidental, que multiplican la violencia en esta región y controlan parte del territorio nigeriano.

Más tarde, la agencia Europa Press señaló que la ONU revisó el número de asesinados a la baja. No se precisó cuantas personas fueron asesinadas, sólo se indicó que se trataba de varias decenas. En el comunicado de la ONU se dijo que mujeres podrían haber sido secuestradas, sin dar cifras, y que había muchos heridos.

El sábado, miembros de una milicia de autodefensa progubernamental informaron a la agencia de noticias Afp de un primer balance de 43 agricultores muertos.

Encontramos 43 cuerpos sin vida, todos fueron degollados, declaró el líder Babakura Kolo.

Sin duda alguna es obra de Boko Haram que opera en la región y ataca con frecuencia a los agricultores, agregó el jefe de la milicia.

Los miembros de Boko Haram amordazaron y degollaron a estos campesinos en arrozales ubicados no lejos de Maiduguri, capital del estado de Borno, añadió.

Malam Zabarmari, líder de una asociación de productores de arroz en el estado de Borno, confirmó la matanza a la agencia Ap.

Los agricultores fueron atacados en el campo de arroz Garin-Kwashebe, en la comunidad de Zabarmari, y según informes que nos llegaron desde la tarde, unos 40 de ellos murieron, pero podría haber hasta 60 muertos.

Las 43 personas cuyos cuerpos se localizaron antier fueron enterradas ayer en el pueblo vecino de Zabarmari, en presencia del gobernador de Borno, Babaganan Umara Zulum.

Entre las víctimas había decenas de labriegos del estado de Sokoto que habían viajado al noreste en busca de trabajo en los arrozales.

El mes pasado 22 agricultores habían sido asesinados en sus campos, cerca de Maiduguri.

El presidente de Nigeria, Muhammadu Buhari, condenó en un comunicado emitido la noche del sábado, “el asesinato de estos agricultores por terroristas.

El país entero está herido por estos crímenes sin sentido, añadió.

Los habitantes de esta región consideran a todos los yihadistas miembros de Boko Haram, aunque pertenezcan al grupo afiliado al Estado Islámico, que es el más activo en la zona del pueblo atacado, afirmó en Twitter Bulama Bukarti, analista para África subsahariana del Instituto Tony Blair.

Desde hace meses las autoridades animan a los desplazados a regresar a sus pueblos debido a que ya no es posible financieramente encargarse de ellos en campamentos protegidos por el ejército, donde viven de la ayuda alimentaria.

El ataque se perpetró el mismo día de las elecciones locales en el estado de Borno, las primeras organizadas desde el comienzo de la insurrección de Boko Haram, en 2009.

Más de 36 mil personas han muerto en actos de violencia desde que empezó el conflicto en el noreste de Nigeria, donde más de 2 millones de personas aún no pueden regresar a sus hogares.