Martes 1º de diciembre de 2020, p. a14
Buenos Aires., Después del multitudinario funeral y los emotivos homenajes que le rindió el futbol mundial a Diego Maradona, la justicia argentina puso el balón en su campo para determinar las causas de la muerte, en medio de denuncias cruzadas de familiares, allegados y médicos de que el astro no habría recibido la atención que su deteriorada salud requería.
La crítica se concentró en el neurocirujano Leopoldo Luque, quien atendió a Maradona en los últimos meses y había participado junto con otros especialistas en la operación para extraerle un edema cerebral a principios de noviembre.
Si bien la justicia determinó que su muerte no fue violenta, inició una investigación por supuesta negligencia médica. Los testimonios de familiares y allegados dejaron entrever que no habría recibido la atención indicada.
Luque se presentó a declarar voluntariamente ayer en la fiscalía general de San Isidro, un día después que la policía allanó su domicilio y oficina y se llevó registros médicos del Pelusa, así como computadoras, discos duros y celulares. Los fiscales no le tomaron declaración ya que todavía están evaluando las pruebas.
No está imputado
, aclaró su abogada Mara Digiuni a periodistas. Su intención era declarar, pero no pudo, el expediente no está en condiciones para que él declare
.
Consultada sobre si los resultados de los exámenes toxicológicos al cuerpo de Maradona y la documentación requisada a su cliente podrían complicar su situación judicial, la abogada respondió enfáticamente que en nada, estamos hablando de un paciente que estaba de alta, no tenía un responsable
.
Dahiana Madrid, enfermera de turno al momento de producirse la muerte del Diez, declaró ante la justicia que hubo varias irregularidades, como por ejemplo que unos días antes de morir, Maradona se cayó y se pegó en la cabeza
, según reveló su abogado Rodolfo Baqué.
Nadie llamó a una clínica, quizá por decisión de Maradona. Pero él no estaba en disposición de decidir eso
, declaró el letrado.
El Diez se la pasaba encerrado en su habitación, sin ni siquiera ver la televisión, el cuerpo iba avisando y no fue asistido con ninguna pastilla. Podía haberse alojado en la clínica más lujosa del mundo y estaba en un lugar inhabilitado. Hoy quizás no estaría muerto
, afirmó Baqué.