Más de 52 mil personas habían firmado el lunes una petición para que la Casa Blanca reconsiderara la decisión de desmantelar el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico, pero colapsó ayer.

Utilizado por astrónomos de todo el mundo, permitió descubrir los primeros planetas en órbita alrededor de estrellas diferentes del Sol.

La Fundación Nacional de Ciencias, que financia el observatorio, había anunciado que el desmantelamiento y demolición sería controlado por seguridad tras la rotura de dos cables. La estructura incluía 20 toneladas de contrapesos de plomo.

La solicitud a la Casa Blanca alertaba: “Su demolición o colapso no planificado presenta el potencial de una emergencia ambiental.

Instamos a la acción de emergencia para que el cuerpo de ingenieros del ejército u otra agencia evalúe la estructura y busque una forma segura de estabilizarlo.

Rob Margetta, portavoz de la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos, afirmó: La plataforma se derrumbó de manera no planificada.

El 10 de agosto y el 6 de noviembre dos cables que sostenían las 900 toneladas de los instrumentos del telescopio por encima de la antena esférica de 305 metros de diámetro se rompieron por causas desconocidas. La caída de esos materiales había dañado la antena. Tras los incidentes el telescopio fue considerado inestable y no reparable, por lo que la institución anunció su desmantelamiento. Desde entonces se prohibió el acceso por temor a que se desplomara, lo que en efecto ocurrió el martes por la mañana.

Es un desastre absoluto, aseguró indignado a Afp el profesor Abel Méndez, director del Laboratorio de Habitabilidad Planetaria de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo, en el norte de la isla.

Numerosos estudiantes se formaban en astronomía en el observatorio, que era el que les daba la inspiración para hacer una carrera de ciencias o de astronomía, como fue mi caso, agregó.

Los astrónomos del planeta podían solicitar el uso por determinado tiempo del radiotelescopio para hacer sus observaciones a distancia, explicó Méndez.

Su colapso muestra el deterioro en ese territorio estadunidense al borde de la bancarrota, duramente golpeado en los años recientes por huracanes y cuya infraestructura se ha ido reconstruyendo de forma muy lenta.

Uno de los principales radares

A diferencia de los telescopios ópticos, los radiotelescopios funcionan día y noche, incluso con cielos cubiertos. Arecibo era uno de los principales radares para observar los asteroides que se acercaban a la Tierra, en el programa de defensa planetaria de la NASA, que tiene acceso al menos a otro radar, pero es menos potente. Su desaparición es una gran pérdida para el mundo, pero más para Puerto Rico. Es un emblema de nuestra isla, sostuvo Méndez.

Una escena de la película de James Bond GoldenEye tiene lugar sobre el telescopio, y en la cinta Contacto una astrónoma interpretada por Jodie Foster utiliza el observatorio para buscar señales extraterrestres.

Fue construido en los años 60 con fondos del Departamento de Defensa de Estados Unidos en medio de las presiones para desarrollar antimisiles balísticos. Durante sus cerca de 60 años sobrevivió a huracanes, humedad tropical y una sucesión reciente de terremotos.

Se le ha utilizado para realizar investigaciones que condujeron a un premio Nobel y determinar si un planeta es potencialmente habitable. También sirvió para formar estudiantes de posgrado y atraía a unos 90 mil visitantes al año.

El telescopio era uno de los más grandes del mundo. En 1992 permitió descubrir los primeros exoplanetas. Los mapas originales de la superficie de Venus también se deben a él.

Astrónomos y científicos lamentaron en las redes sociales el derrumbe señalando que se trataba de un día triste para la astronomía.

El anuncio de su desmantelamiento hace 10 días ya había conmocionado a muchos astrónomos profesionales y aficionados, especialmente en Twitter bajo la etiqueta WhatAreciboMeansToMe (lo que Arecibo significa para mí).

Gracias por tus servicios, hermano, tuiteó este martes el Gran Telescopio de Canarias desde el otro lado del Atlántico.