Miércoles 2 de diciembre de 2020, p. a16
Mike Tyson parecía un niño pequeño después del combate de exhibición ante Roy Jones Jr., en el Staples Center de Los Ángeles, por primera vez sin público y convertido en algo parecido a un estudio de televisión.
¿Lo hice bien?
, preguntaba nervioso en el camerino la noche del sábado 28 de noviembre.
¿Le habrá gustado a la gente?
, insistía con visible emoción tras volver al cuadrilátero después de 15 años de su retiro.
Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, relata la escena que compartió en el camerino del hombre que a finales de los años 80 y mitad de los 90 era uno de los más temibles y salvajes.
Sulaimán le entregó un cinturón simbólico por este combate, con una inscripción al frente de la faja que reza Black Lives Matter, enunciado que representa la lucha civil de la población negra en Estados Unidos contra el racismo y la brutalidad. Al recibirlo, Tyson fue todavía más un niño feliz.
¡Mira!
, le decía Tyson a su pareja; gané un cinturón como cuando tenía 20 años
. Lo dijo ante cámaras con evidente alegría al final del combate contra Jones: esa noche era como si todo empezara de nuevo. Era un novato de 54 años de edad ante un rival de 51 que apenas en 2018 dejó el boxeo.
Tyson llegó en estupenda forma para un hombre de su edad. Para esta exhibición bajó 45 kilos, según cuenta Sulaimán. No hace tanto se veía a Iron Mike pasado de peso, avejentado, muy lejos del joven atlético y muscular que noqueaba con genuina furia a los rivales.
El boxeo lo regresó a la vida
, comenta Sulaimán; también cambió su mente, ahora vive con responsabilidad el recuerdo del ídolo que algún día fue
.
Arriba del cuadrilátero no parecía un niño, sino un hombre fuerte y feroz que buscó conectar a Jones, quien sabía que si se entregaba al intercambio podía salir mal, aun si se trataba de una exhibición. Pero una vez que terminaron los ocho episodios de dos minutos pactados, Tyson fue todo amabilidad y alegría.
Tyson estaba feliz con el empate, a pesar de que fue superior a Jones
, apunta Sulaimán.