Reporte de Naciones Unidas
Más de 100 millones de personas no tienen una dieta saludable; no es por falta de alimentos, sino de dinero
Jueves 3 de diciembre de 2020, p. 33
Santiago. La pandemia de coronavirus profundizará los índices de malnutrición y hambre en América Latina y el Caribe, lo que ahondará la tendencia de los últimos cinco años, reveló ayer un informe de la Organización de Naciones Unidas, el cual destacó que aunque la región dispone de alimentos para satisfacer a sus más de 600 millones de habitantes, el año pasado 191 millones de personas tuvieron una alimentación insuficiente, y de ellas casi 48 millones pasaron hambre.
Las sequías fueron un factor que contribuyó a las migraciones masivas, y las tormentas como Iota y Eta que, se estima, causaron pérdidas por 5 mil 500 millones de dólares en Centroamérica, aunado a las medidas para contener el coronavirus, disminuyeron los ingresos complementarios de millones de personas que ahora enfrentan grave escasez de alimentos.
La situación regional empeorará cuando se midan los efectos de la pandemia del Covid-19. Vamos a ver, por desgracia, un fuerte aumento en las cifras de hambre y malnutrición
, explicó Julio Berdagué, representante regional de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Agregó que 104 millones de personas en nuestro continente no pueden pagar una dieta saludable, no porque no haya comida, sino por la desigualdad económica
.
Los problemas de alimentación en la región están contenidos en el Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional de América Latina y el Caribe 2020”, desarrollado por la FAO, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola, la Organización Panamericana de la Salud y la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas (WFP, por sus siglas en inglés).
El documento fue divulgado en una rueda de prensa en línea que se llevó a cabo desde la capital chilena.
Este informe ratifica la necesidad de que los gobiernos de América Latina amplíen sus redes de protección social e incrementen el gasto social, para que sus beneficios lleguen a las personas más afectadas por la inseguridad alimentaria en tiempos de pandemia
, señaló Miguel Barreto, director regional del WFP.
Pese a que aún no es posible medir el efecto de la pandemia en los indicadores relacionados con la alimentación y la nutrición, sí se sabe que provocará en la región la peor contracción del producto interno bruto de su historia, estimado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe en 9.1 por ciento para 2020.