Domingo 6 de diciembre de 2020, p. 8
Acts of Resistance: Heavy Metal Music in Latin America (Actos de resistencia: heavy metal en Latinoamérica) es un documental diferente, sobre los metaleros que utilizan la música para generar un cambio en sus comunidades, lo que da una lección de esperanza, ya que no trata sólo de este género, sino de cómo se actúa para cambiar una realidad, comentó el realizador de la cinta, el puertorriqueño Nelson Varas-Díaz.
En su cuarto trabajo fílmico, el académico de la Universidad Internacional de Florida aborda cómo los energéticos y poderosos sonidos metaleros, más allá de un atronador riff o su frenética velocidad, han inspirado tanto a colectivos como a bandas del género para que en sus países hagan acciones concretas y trabajen junto a las comunidades que viven algún tipo de injusticia.
Filmado en Colombia, Ecuador y Guatemala, Acts of Resistance… empezará su periplo por diversos festivales del mundo, iniciando en la Ciudad de México, como parte de Cínica, Festival de Cine de Música de México, donde se estrenará el 11 de este mes a las 19 horas, en el foro al aire libre de la Cineteca Nacional, para después ir a Ecuador y Colombia. Cerrará el año en Kenia.
“En enero, la versión inglesa de la revista Metal Hammer –una de las más prestigiosas del género– sacará un reportaje sobre el documental y éste estará disponible, de manera gratuita en YouTube por un mes. Es una manera de difundirlo en estos tiempos”, comentó Varas-Díaz.
El realizador afirmó que éste será su último trabajo sobre el metal latinoamericano, pues ya hizo The Distorted Island: Heavy Metal Music and Community in Puerto Rico (2015); en The Metal Islands: Culture, History and Politics in Caribbean Heavy Metal Music (2016) se centra en las escenas metaleras de Cuba, Puerto Rico y República Dominicana, pero desde una óptica cultural. En tanto, Songs of Injustice: Heavy Metal Music in Latin America (2018) habla sobre las bandas que cantan acerca de las injusticias en el continente.
El último es sobre la gente que con el metal hace algo práctico, en la vida cotidiana, para cambiar las situaciones de injusticia que se han descrito en los otros documentales. Pasan del dicho al hecho con la intención de cambiar su vida y la de las comunidades a las que pertenecen
, indicó.
Cada vez, agrega, son más los colectivos o agrupaciones de metaleros –no necesariamente las bandas– que se decantan por el activismo social, y aunque el documental no presenta todos los casos, es una pequeña muestra de lo que está pasando en el continente, donde la conciencia histórico-social de los seguidores de este género ha hecho que sean activos.
Aunque la colombiana es la escena más conocida de las retratadas en el documental, el filme no se centró en sus bandas, discos o conciertos, sino en cómo los deathmetaleros de Masacre, probablemente uno de los grupos más famosos en América Latina, aborda temas tan fuertes como la violencia en su país.
Con una agrupación como esa se pudo tener una conversación diferente. No platicamos con Álex Oquendo (su líder) sobre sus discos, sino sobre lo que están haciendo por rescatar la memoria histórica de su país tras el conflicto armado, pues hay historias de atrocidades que sus canciones plasman en letras y busca que no queden en el olvido
, puntualizó.
Varas-Díaz indicó que hay una escena que deja ver la esencia de su trabajo. Cuando la banda ecuatoriana Curare es interrogada sobre si sus letras son políticas, responde que no es solamente que el metal tenga que ver con política, sino que más allá de cantar sobre algo, es actuar sobre algo
.
Primer libro en inglés
En tanto, Heavy Metal Music in Latin America. Perspectives from the Distorted South (Lexington Book, 2020) es el primer libro que se edita en inglés sobre este género en Latinoamérica, pues mucha de la literatura está publicada en español, lo que significa que el mundo anglosajón no tiene idea de lo que pasa, académicamente hablando, comentó Varas-Díaz, quien, junto con los investigadores Daniel Nevárez Araujo y Eliut Rivera-Segarra, se encargó de compilar y editar los textos que integran el volumen.
Son muy pocos los investigadores latinoamericanos que publican sus trabajos en inglés y en revistas del norte global, particularmente en Europa y Estados Unidos, que es donde más se dan a conocer este tipo de textos
, relató.
El volumen, que cuenta con 14 artículos de autores latinoamericanos, tiene un capítulo introductorio de los editores en el que se comparte a los lectores cómo es pensado e investigado el metal en una región del mundo que ha sufrido tanta opresión, muy diferente a como se experimenta en los países desarrollados.
Los autores comparten su visión desde una perspectiva cultural, a diferencia de las publicaciones de las naciones desarrolladas, donde la mayor parte de los libros se concentra en la historia del género en la región, lo que hace creer a los seguidores e investigadores no latinoamericanos que esa historia es la única que existe.
“Una de las cosas que desarticulamos en el libro es que hay una visión de que el metal surge en Europa, se filtra a Estados Unidos y después llega a Latinoamérica, cuando en realidad llega de manera simultánea (a Norte y Latinoamérica); por ejemplo, cuando Metallica sacó Kill’em all (1983), cuando se dio la explosión del metal en Estados Unidos, en el resto del continente americano ya había discos de este género”, explicó.
Género migrante
Todos los capítulos dan un enfoque particular a los estudios del metal en América Latina, abordando este fenómeno como eje y centro, plasmando cómo los fenómenos sociopolíticos y socioculturales de sus respectivos países impactan a este género.
El eje de muchos de los textos es que el metal en Latinoamérica ha fungido como manera de procesar las experiencias de violencia. En el capítulo introductorio se plantea que este género tiene varios ejes. Uno es cómo los latinoamericanos toman la música y transforman localmente su sonido, el contenido y lo visual; otro tiene que ver con el propósito, y otro más es sobre los contextos opresivos particulares.
Hay un texto relativo a la migración de los músicos latinoamericanos que forman bandas de metal en diferentes partes del mundo.
Se entrevistó, por ejemplo, al uruguayo Martín Méndez, bajista de los suecos Opeth; a la mexicana Marcela Bovio, cantante de los holandeses Ayreon, y a los integrantes de La Armada, dominicanos que ahora viven en Chicago, entre otros.
El libro está a la venta en Amazon. Varas-Díaz publicó en su perfil de Facebook un código con el que se podrá adquirir el volumen con 30 por ciento de descuento en la página de la editorial hasta fines del mes en curso.