El compositor uruguayo Jorge Drexler reveló durante su participación en el Hay Festival Digital Colombia: “Voy a confesar: no me siento poeta ni músico.

Sé que tengo una formación musical y que puedo tocar. No tengo una formación en literatura, estudié medicina y lo que aprendí fue de manera autodidacta.

Su pasión por la décima fue un punto central durante la charla, en un entorno que gira alrededor de las palabras, como dijo al escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, quien fungió de entrevistador durante poco más de una hora de la charla que se transmitió en vivo el pasado jueves, como parte del encuentro virtual que se celebra del 22 al 31 de enero.

¿Cuál es tu relación con la poesía?, preguntó el autor de El ruido de las cosas al caer. Buscamos oxígeno, encontramos sueños, fue en parte la respuesta a la charla que se desarrolló a la par de un concierto improvisado, cuando Drexler tomó su guitarra e interpretó algunas canciones. Hubo menciones a Bob Dylan, Leonard Cohen y Chico Buarque, trovadores que transforman en música la poesía.

Yo termino sin entender qué es el género canción. Es evidente que tiene texto y música, es un lenguaje abstracto, con un código muy efectivo de transmisión de sentimientos. No he entendido la visualización de los dos como algo independiente.

Cuando se le preguntó sobre sus libros imprescindibles, estiró la mano y mostró ante la cámara las Coplas de amor desdichado y otras coplas de amor, cancionero folclórico de México en tres tomos editados por El Colegio de México, que consulta cada vez que uno anda un poco perdido y pierde la fe en lo que está haciendo.

Una vez más, contó la anécdota sobre la Milonga del moro judío, cuando estaba en un bar y Joaquín Sabina lo desafió a escribir una canción en forma de décimas. Me dio mucha vergüenza decir que no conocía la estructura de la décima. Esa puertita fue una de las maneras de entrar en una etapa de formación literaria personal muy apasionada, alrededor de la décima, el verso clásico y los juegos métricos.

Sobre la décima

En Internet circula el video Poesía, música e identidad donde Drexler explica en 16 minutos que la décima fue inventada en España en 1591 por Vicente Espinel, músico y poeta de Málaga, quien además agregó una sexta cuerda a la guitarra. Es un tipo de estrofa que sólo existe en el idioma español; tiene 10 versos. Muy compleja. En el lugar donde nació desapareció, pero cruzó el Atlántico y en América Latina, desde México hasta Chile, todos nuestros países mantienen algún tipo en su tradición popular, por ejemplo, el son jarocho.

El compositor y cantante conversó desde su estudio en Madrid, donde ha permanecido tras cancelar una gira por Estados Unidos, en marzo; al volver a la ciudad donde reside enfermó de Covid-19, en ese momento en que no se sabía mucho de la enfermedad.

Si hay algo que define este periodo, además de la extrañeza y el miedo, es el carácter dinámico. Es una serie de pequeñas batallas todo el tiempo, a veces gana la esperanza.

Por un par de meses el ánimo no le permitió tomar la guitarra, relató el artista de 56 años, ganador del Óscar por su canción Al otro lado del río, que no le dejaron interpretar en la ceremonia de entrega.

Para mí, escribir es distraer a la corteza cerebral de su funcionamiento habitual y de sus obsesiones, afirmó. Octavio Paz decía: la distracción es la atracción por el reverso de la vida, le reviró Juan Gabriel Vásquez.