Para quienes la escuela comenzaba a ser parte de su vida cotidiana antes de la pandemia, es decir, los niños de educación inicial y prescolar, las clases a distancia han sido más difíciles de sobrellevar porque no tenían los antecedentes de qué es la escuela y comenzaba su socialización, señala Teresita Garduño Rubio, experta en temas educativos, maestra y directora del Instituto de Investigaciones Pedagógicas.

En entrevista con La Jornada, destacó que se requiere una revisión de contenidos para privilegiar aquello que es esencial, como su recuperación emocional, porque lo más importante no es privilegiar los aprendizajes esperados, sino hacer de la escuela ese lugar de rencuentro, donde los niños, desde los más pequeños hasta los adolescentes, puedan ser escuchados, jueguen y cuenten cómo han vivido la pandemia y procesen sus pérdidas.

Profesora de formación normalista, sicóloga educativa con especialidad en sicopedagogía constructivista, Garduño Rubio indicó que para los infantes más pequeños que no tuvieron acceso ni siquiera al contacto en línea y que sólo interactuaron con la televisión, sin ningún tipo de diálogo, el regreso a la escuela será mucho más complejo.

Consideró que exigirá, como para el resto de los niños, tiempo y esfuerzo de los docentes, y muchas actividades lúdicas, pero sobre todo del espacio escolar como un lugar seguro, de diálogo, donde se sientan el afecto y el recuentro con sus compañeros y maestros.

Al respecto, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó del riesgo de rezago en el desarrollo de los menores de seis años, debido al cierre prolongado de las escuelas, pues demandan una participación más directa y lúdica.

La Encuesta para la Medición del Impacto de la Covid-19 en Educación (Ecovid-ED) 2020, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), destaca que al menos 334 mil alumnos de 3 años de edad no fueron inscritos al ciclo escolar 2020-2021, por causa del Covid-19, y lo mismo ocurre con 261 mil menores de 4 a 5 años, mientras casi 90 mil niños de 3 a 5 años dejaron la escuela por falta de recursos económicos.