Colonial Pipeline, que maneja la mayor red de oleoductos en Estados Unidos, anunció ayer el reinicio de las operaciones tras un paro que se inició el sábado debido a un ciberataque, pero añadió que necesitará varios días para volver a la normalidad. La escasez de combustible empeoró en estados del sureste. Según fuentes familiarizadas con el tema, la compañía no planea pagar el rescate exigido por los piratas informáticos que han cifrado sus datos. Washington dijo el lunes no tener evidencia de que el gobierno ruso esté detrás del ataque. El precio promedio de la gasolina a nivel nacional subió a más de 3 dólares el galón, el más alto desde octubre de 2014, dijo la Asociación Estadunidense del Automóvil.