El fantasma de la inflación
n nuevo fantasma recorre el mundo y es el fenómeno de la inflación. Lo más preocupante es que el aumento generalizado de precios se convierte en una onerosa carga para la población de bajos recursos.
Por cada punto porcentual que suben los precios, baja en la misma proporción el poder de compra de las familias. En México la inflación es superior a 6 por ciento anual y, en el mismo rango, los ciudadanos perdemos poder adquisitivo.
En el caso de Estados Unidos la inflación anualizada al mes de abril se situó en 4.2 por ciento, la más alta en 13 años. Pero lo más preocupante es que el índice de precios al productor subió 6.2 por ciento. Los mayores costos en la producción de bienes y servicios se traducirán en mayores incrementos de precios al consumidor final.
Dos fenómenos influyen en esta tendencia: por un lado, que los consumidores salen a comprar después de la pandemia; y, por otro lado, a los grandes estímulos otorgados a la población en los países más avanzados.
En el caso de Estados Unidos los apoyos comenzaron en la era Trump y se expresaron en un incremento del gasto público en relación con el PIB, que pasó de menos de 20 por ciento en 2018 a 31 por ciento en 2020. Para respaldar este gasto se contrató más deuda pública federal que en el 2018 representaba 80 por ciento del PIB y subió a cien por ciento en 2020; un alza de 20 puntos porcentuales en tan sólo tres años.
Con Joe Biden tanto el gasto como la deuda pública aumentaron desde los primeros meses de su administración. Los subsidios casi se duplicaron con un paquete de ayuda de 1.9 billones de dólares, otro para generar empleos de 2.65 billones y otro más que está por aprobarse de 1.8 billones de dólares. Como resultado, el gasto público crecerá 10 puntos porcentuales adicionales y la deuda otros 15 o 20 puntos porcentuales.
Para enfrentar este proceso el gobierno de Washington planea aumentar los impuestos a los más ricos y a las empresas, pero la mayor carga tributaria puede desincentivar inversiones y la creación de empleos. El resultado puede ser una recesión con inflación (estanflación).
México, al estar ligado económicamente a Estados Unidos, también padecerá las consecuencias del alza de precios.