De la región de América Latina y el Caribe, Honduras es el país más equilibrado en las finanzas destinadas a la sustentabilidad, mientras México se encuentra en el lugar 18 de 21 naciones evaluadas. En 2019 el gobierno mexicano destinó un alto presupuesto para la explotación de hidrocarburos y el país ocupa el segundo lugar entre las naciones que obtienen más ingresos por la explotación de hidrocarburos.

La Fuente del Grupo de Financiamiento Climático para Latinoamérica y el Caribe (GFLAC) explicó que se desarrolló un ranking de finanzas sostenibles, que incluye los rubros de ingresos sustentables e intensivos en carbono, así como presupuesto destinados a la sustentabilidad e intensivo en carbono y se evaluaron 21 países de la región.

Durante el foro La política fiscal como clave para avanzar hacia la justicia ambiental y climática en América Latina, explicó que en 2018 en la región el financiamiento para el desarrollo orientado a cambio climático se ha asignado de manera desequilibrada geográfica y temáticamente, México en 2018 destinó ingresos muy altos, al igual que Costa Rica y Bolivia.

Agregó que se requiere deducir 45 por ciento las emisiones globales para limitar el aumento de temperatura en 1.5 grados centígrados, pero las políticas de los países en la región no responden a ello. Tan sólo las contribuciones nacionales determinadas en el contexto del Acuerdo de París llevarían a un escenario de más de 3 grados de aumento en la temperatura global.

Mencionó que en 14 de los 21 países el presupuesto de hidrocarburos supera al de energía renovable y de eficiencia energética. En resumen, indicó, en materia de ingresos hay una distribución ine-quitativa y limitada de ingresos sostenibles, lo cuales son insuficientes, mientras que los de carbono tienen un importante peso en las economías de la región.

En cuanto a presupuesto, los orientados a carbono son prioritarios en varias naciones y existe una gran disparidad entre lo que se invierte en sostenibilidad contra las actividades intensivas en carbono en el sector energético.