Domingo 20 de junio de 2021, p. 7
En la próxima legislatura, que se iniciará el primero de septiembre, el Senado será presidido por una mujer, acordó la mayoría legislativa en esa cámara, dio a conocer el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, quien detalló que hasta el momento se han inscrito cinco aspirantes de su grupo parlamentario, aunque la decisión se tomará hasta agosto.
Al ser interrogado sobre la demanda del PVEM para que uno de sus integrantes, Raúl Bolaños Cacho-Cué, presida esa cámara, Monreal dijo que aunque es legítimo que cualquier legislador aspire a encabezar ese órgano de gobierno, de acuerdo con su Ley Orgánica y su reglamento, es la mayoría la que toma la decisión.
Precisó que hasta el momento se han inscrito las senadoras morenistas Malú Micher; Imelda Castro, actual vicepresidenta; Ana Lilia Rivero; Maribel Villegas Caché, y Bertha Caraveo, quienes podrán hacer campaña entre sus compañeras de bancada.
La decisión se votará a fines de agosto, primero en el interior de Morena y sus aliados de los partidos del Trabajo, Encuentro Social y Verde Ecologista de México, y después con el resto de los grupos parlamentarios.
Dentro de Morena provocó sorpresa la decisión repentina del PVEM de postular al senador oaxaqueño Bolaños Cacho-Cué quien presentó, de última hora y durante la discusión de la Ley Orgánica del Poder Judicial, el polémico artículo 13 transitorio, por el que se amplía dos años la gestión del ministro Arturo Zaldívar, al frente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Consultados, algunos legisladores morenistas dejaron claro que, como grupo mayoritario, no pueden ceder la presidencia del Senado a ninguna otra fuerza política, además de que el acuerdo es que este año sea una mujer quien asuma la conducción de la mesa directiva.
A diferencia de la Cámara de Diputados, en el Senado no existe la obligación de rotar los órganos de gobierno entre las tres principales fuerzas políticas. El reglamento establece que el presidente debe ser electo por mayoría simple, la que Morena supera junto con sus aliados.
En las dos pasadas legislaturas, las de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, se permitió que legisladores del PAN y PRD presidieran el Senado, debido a que aunque el PRI era el grupo mayoritario, la diferencia de votos con los panistas no era tan grande.
Esto permitió que Ernesto Cordero estuviera dos años al frente del Senado, el primer año, por el PAN y el último de la legislatura de Peña Nieto, aunque ya no era blanquiazul. De hecho, fue impulsado por el priísta Emilio Gamboa, con el rechazo de los panistas.