Martes 22 de junio de 2021, p. 18
Los cambios fiscales que se presentarán en México con el paquete económico del próximo año añadirán recursos al sector público en una proporción de los ingresos menor a la alcanzada en la reforma fiscal de 2014, cuando se buscó reemplazar los ingresos petroleros que habían caído en años recientes, explicó Charles Seville, analista soberano para México en Fitch Ratings.
En un pódcast de la calificadora aseguró que en el corto plazo se ve estable el desempeño fiscal en el país. Sin embargo, los ingresos siguen bajos al compararlos con la media de los países cuya deuda soberana es calificada con BBB, dentro del grado de inversión, como es México. El gobierno busca cambiar esto con las modificaciones administrativas y legales que se enviarán al Congreso en septiembre.
La reforma fiscal previa, en la pasada administración, incrementó bastante los ingresos y realmente fue a remplazar los ingresos petroleros, los cuales habían caído sustancialmente en los recientes años y ahora representan una parte pequeña de toda la recaudación. Esta reforma en contraste creo que será más pequeña
, agregó.
El Servicio de Administración Tributaria estima que los cambios fiscales que se pretenden introducir como miscelánea el próximo año podrían dejar como primer saque
200 mil millones de pesos adicionales a la Ley de Ingresos de 2021 –equivalente a uno por ciento del producto interno bruto (PIB)– y en adelante llegar hasta 2 por ciento
Seville proyecta que dicha reforma alcanzaría el equivalente a medio punto porcentual como parte de los ingresos esperados en 2022 y podría ser más que eso
, pero del otro lado se acumulan las presiones de gasto, como en el pensión universal para adultos mayores, que además de duplicar su monto al cierre de esta administración necesitará cada vez más recursos por las tendencias demográficas.
El analista agregó que el grado de inversión de la deuda soberana de México –actualmente en BBB- con perspectiva estable– es vulnerable a un deterioro en los indicadores de gobernanza en el país, acompañado al riesgo de que se descomponga el clima de inversión.