Sábado 10 de julio de 2021, p. 11
El acuerdo de reparación al que llegaron los gobiernos mexicano y estadunidense sobre el conflicto laboral en la planta de General Motors (GM), en Silao, Guanajuato, es un paso bastante positivo
, ya que retoma varias de las recomendaciones que los trabajadores de la empresa habían hecho y sienta un precedente
para los próximos procesos de legitimación de contratos colectivos (CCT), señaló en entrevista Héctor de la Cueva, coordinador del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (CILAS).
El jueves, México y Estados Unidos acordaron un curso de reparación
tras la queja de la Casa Blanca por la denegación
de derechos laborales a los trabajadores de la planta. Este hecho significó la activación, por primera vez de manera oficial, del Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, y ahora representa el primer curso de remediación.
En entrevista, el también asesor de los trabajadores de la automotriz, consideró inédito
el acuerdo, toda vez que tendrá un impacto, no sólo en la consulta en General Motors, sino en todos los próximos procesos de legitimación de CCT que aún están pendientes de realizar.
El caso de la trasnacional en México abre una gran interrogación sobre cómo se hicieron los mil 321 procesos de legitimación que ya se realizaron, pues hay muchos sindicatos, como en GM, donde seguramente no se cumplió la normatividad legal para hacer una consulta y que no tuvieron la vigilancia nacional e internacional
como en este asunto, indicó.
A raíz de esto se va a revisar y, si es necesario, actualizar el protocolo de legitimación de CCT, ya que este caso demostró que hay lagunas importantes
en la aplicación del mismo, dijo.
De la Cueva hizo notar que tuvo que venir una queja de Estados Unidos y una negociación con ellos para que la autoridad laboral hiciera esta reparación, a pesar de que en reiteradas ocasiones los trabajadores habían denunciado una campaña de intimidación y coacción del voto
.
Ahí hay un problema, apuntó, porque la autoridad laboral no está interactuando con los actores principales de la reforma laboral, que son los trabajadores
.
Israel Cervantes, ex trabajador y líder del grupo disidente Generando Movimiento, coincidió en que es positivo el acuerdo, aunque mantuvo sus reservas, ya que el sindicato cetemista nunca ha actuado de manera democrática
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