Se corona en ciclismo de ruta
Domingo 25 de julio de 2021, p. 3
Richard Carapaz, ecuatoriano cuya primera bicicleta salió de la basura que recolectaba su padre en Carchi, se veía pequeño en el lugar privilegiado del podio junto al belga Wout van Aert a su derecha, como segundo, y el esloveno Tadej Pogacar, tercero, a su izquierda. Una apariencia simple, porque la mañana del sábado, el latinoamericano se alzó sobre esos dos gigantes para darle a Ecuador su segunda medalla de oro en la historia al quedar campeón en la prueba de ruta de los Juegos de Tokio.
Carapaz venía de ocupar el podio en el Tour de Francia hace menos de una semana, donde ganó el esloveno Pogacar, quien en Japón quedó en tercero. Después de tres semanas de martirio competitivo por el país galo, de nuevo los rivales amistosos se veían las caras montados en sus bicicletas y se felicitaban en el podio.
Aquí estaban otra vez peleando palmo a palmo, pedaleada tras pedaleada, un grupo compacto que luchó los últimos 100 metros para colarse a los puestos de medallas. Cualquiera podía entrar en ese tramo, uno adelantaba y de inmediato lo alcanzaba otro, una persecución guerrera que se definió al cruzar la meta.
Carapaz fue el único que se despegó de ese pelotón mortal y cruzó la meta en solitario para consagrarse campeón de la ruta de los Juegos de Tokio. A unos cinco kilómetros de la meta, la Locomotora de Carchi dejó atrás al estadunidense Brandon McNulty, su compañero de fuga, al enfilarse al Circuito Internacional de Fuji, donde culminó la carrera después de 234 kilómetros.
Era tanta la distancia que Carapaz había sacado que le pegó fuerte a los manubrios de su bicicleta y alardeó frente a las cámaras, sacando la lengua. Estaba exultante como el niño que era cuando subía las pendientes de la sierra ecuatoriana.
No tiene comparación. Es lo mejor que me ha pasado en mi vida
, dijo con esa alegría casi infantil que lo caracteriza.
Carapaz, de 28 años, hizo historia en 2019 al convertirse en el primer ecuatoriano en consagrarse en el Giro de Italia. Ahora se ha cubierto de gloria en Japón para acompañar al legendario marchista Jefferson Pérez como los dos campeones olímpicos del país sudamericano.
No todo fue fiesta, al final Carapaz reclamó que su triunfo es un logro estrictamente personal. Esto lo disfruto, porque al final he sido un deportista que ha salido casi sin el apoyo del país
, sentenció el monarca.
Con una intensa actuación, el mexicano Eder Frayre terminó en la posición 39 tras seis horas y 15 minutos de competencia, a 10 del ganador Carapaz.
El veto a la presencia de público en estas justas de verano no se extendió fuera de Tokio, lo que permitió que miles de personas alentaran a los competidores a lo largo de los 234 kilómetros de la competencia que culminó en el Circuito Internacional de Fuji, donde se estableció un tope de 50 por ciento de capacidad. Cuando la carrera alcanzó el clímax, el público vitoreó a pesar de la invitación de los funcionarios para que evitaran estas manifestaciones para prevenir la propagación del Covid.
(Con información de Ap y Afp)