Jacala De Villagrán, Hgo., Una olla de barro con dientes humanos, que se presume son de la época prehispánica, fueron encontrados de forma accidental enterrados en un campo de cultivo de Octupilla.

Rubén Trejo, delegado municipal de dicha localidad, relató en entrevista con La Jornada que se trata de una vasija de barro artesanal muy vieja y descalsificada de unos 60 centímetros de diámetro, en cuyo interior se hallaron piezas óseas, al parecer, molares humanos.

Narró que la mañana del sábado un grupo de personas se encontraban arando la milpa de un señor identificado como Mariano Cruz. De repente, al momento de abrir un surco, se encontraron la olla, casi completa, con los molares en su interior. A un lado había fragmentos de barro, presumiblemente, la tapa de la vasija.

Según Trejo, algunas personas del poblado aseguran haber visto en el lugar del hallazgo fuego que sale de la tierra y que luego desaparece; además, existe la leyenda de que en algún sitio hay dinero enterrado de los antiguos hacendados que asolaron el área en tiempos del porfiriato. Aunque en la olla no había monedas de oro, nos pusimos contentos, porque es parte de la historia de nuestros antepasados hñahñus u otomíes.

Comentó que debido a la lejanía del poblado hasta hoy notificarán el hallazgo ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia, con el fin de que se envíe a un grupo de especialistas e inicie la investigación correspondiente. Añadió que no es la primera vez que se encuentran objetos históricos en el poblado.

Octupilla se ubica a unos 20 kilómetros de la cabecera municipal de Jacala, a 181.7 kilómetros al norte de Pachuca y a 266 de la Ciudad de México, en la Sierra Gorda, casi en los límites de Hidalgo con Querétaro.