Chocan manifestantes y policías; 45 heridos
Se agravan las crisis económica y política por la falta de rendición de cuentas y justicia para las víctimas
Jueves 5 de agosto de 2021, p. 22
Beirut. Al cumplirse un año de las explosiones en el puerto de Beirut, que dejaron más de 200 muertos y agravaron la crisis política y económica del país, miles de personas salieron a protestar a las calles con saldo de al menos 45 heridos. Familiares de las víctimas y manifestantes guardaron un minuto de silencio y oraron al pie de los silos del puerto.
A pocas cuadras de distancia, los inconformes arrojaron piedras a las fuerzas de seguridad que resguardan el Parlamento, al cual acusan de bloquear la investigación pues se niega a quitar la inmunidad a los jerarcas políticos implicados en la negligencia que condujo a la explosión.
La policía libanesa empleó gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar las protestas. Si bien las autoridades han negado el uso de balas de goma, algunos medios informan de que se han encontrado este tipo de proyectiles en las calles del centro de Beirut.
El aniversario de las explosiones coincide con una crisis económica sin precedente, a la par de una parálisis política que ha dejado al país sin un gobierno funcional durante un año.
La explosión mató a 214 personas, según cifras oficiales, y lesionó a miles. Fue una de las mayores explosiones no nucleares de la historia, producto de la detonación de 2 mil 750 toneladas de nitrato de amonio. Fue tan potente que remeció todo el país y se escuchó hasta la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia.
Documentos oficiales revelaron que los nitratos altamente combustibles estaban almacenados sin medidas de seguridad en un depósito portuario junto con otros materiales inflamables desde 2014 y que muchos altos funcionarios estaban al tanto, pero no hicieron nada.
Un año después, no ha habido rendición de cuentas ni respuesta a preguntas tales como quién ordenó transportar esos productos químicos y por qué la burocracia pasó por alto las advertencias reiteradas sobre el peligro que representaban.
Miles de personas protestaron en diversos puntos de Beirut, en los que corearon consignas contra la clase política, a la que culpan por el desastre del puerto y por los años de corrupción y mal gobierno que hundieron al país en la bancarrota.
Familiares de las víctimas con grandes fotos de sus seres queridos recorrieron un camino flanqueado por gente que aplaudía su lucha por la justicia. Luego realizaron un acto en el puerto, donde leyeron los nombres de los fallecidos.
En Francia, una conferencia internacional auspiciada por el país europeo y la Organización de Naciones Unidas recaudó más de 357 millones de dólares para atender las necesidades humanitarias del país. Francia, la antigua potencia colonial en el Líbano, aportó 118.6 millones de dólares.