Martes 17 de agosto de 2021, p. 20
Pese a ser mayoría, en México obtener un financiamiento es el doble de caro para una pequeña y mediana empresa (Pyme) que para una compañía grande. Según el Banco de México, las Pymes (empresas con entre 50 y 250 trabajadores) acceden a crédito del sistema financiero con tasas de interés promedio de 11.9 por ciento, y las grandes (más de 250 empleados) a una de 6.3 por ciento.
Lo anterior, según el reporte Indicadores básicos de créditos a las pequeñas y medianas empresas, pese a que son Pymes 96 por ciento de los clientes de las entidades financieras con créditos productivos.
Al cierre de marzo pasado, según el banco central, el número de Pymes con un crédito de alguna institución financiera ascendió a 343 mil 865; mientras la cifra de grandes empresas fue de 11 mil 351.
No obstante, el mayor monto del crédito colocado es entre las empresas de mayor tamaño, pues de acuerdo con el BdeM, su cartera de crédito se ubica en 2 billones de pesos, mientras que el de las Pymes sólo llega a 425 mil millones. El banco central ha reportado por medio de su encuesta trimestral sobre el financiamiento a las empresas, que casi la mitad de las empresas decide no tomar nuevos créditos bancarios debido a que los encuentra demasiado costosos. De esta forma, según los datos del BdeM, dos de cada tres Pymes en el país opta por recurrir al crédito que otorgan diferentes proveedores y no al de la banca.
Mayor morosidad
Una de las determinantes principales de las instituciones financieras para establecer el costo de los créditos, es decir, la tasa de interés, es el riesgo. Lo que significa que ante más probabilidades de impago, mayor será el nivel de la tasa.
De esta forma, las grandes empresas representan un bajo riesgo para los bancos y demás entidades, dado que por su tamaño es difícil que quiebren; en contraste, las Pymes son más inestables, por lo que sus ingresos pueden verse afectados con mayor facilidad.
De acuerdo con datos del BdeM, al cierre de marzo pasado el índice de morosidad de las grandes empresas, es decir, la proporción del crédito sin pagar respecto al total, es de sólo 1.3 por ciento. En tanto, la morosidad de las Pymes al mismo periodo es de 6.8 por ciento.