Reunión con director de Conagua
Lunes 23 de agosto de 2021, p. 30
Guadalajara, Jal., Pobladores de Temacapulín, Acasico y Palmarejo se reunieron con el director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Germán Arturo Martínez Santoyo, para escuchar la propuesta presentada por el organismo y refrendar que su postura seguirá inamovible respecto a que la presa El Zapotillo no deberá inundar las tres comunidades.
En la reunión efectuada en la plaza de Temacapulín el sábado por la tarde, el funcionario propuso que la cortina de la presa permanezca en sus actuales 80 metros y se garantice que el llenado del embalse no sea a tope, sino a un aproximado de 50 metros. Además, se instalarán compuertas y equipos automáticos de medición para desfogar el agua en caso de ser necesario, y así los pueblos no se inundarán.
Martínez Santoyo señaló que lo que aquí platiquemos lo haré del conocimiento del presidente (Andrés Manuel López Obrador, quien el 14 de agosto tuvo un diálogo con los opositores a la presa, también en Temacapulín) y será con la participación de ustedes y del mandatario que se tomará la resolución sobre el destino del proyecto
.
Los habitantes de las tres comunidades preguntaron al director de la Conagua cómo se garantizará que próximos gobiernos federales no darán marcha atrás al acuerdo o retomarán el proyecto de una presa de 105 metros de altura, como acordaron en 2007, sin consultar a los pobladores, los gobiernos panistas estatal y federal, encabezados por Emilio González y Felipe Calderón, respectivamente.
Martínez Santoyo sólo dijo que habría unos documentos
para respaldar que el embalse opere sin inundar las comunidades.
Asimismo, en consonancia con al menos dos recomendaciones emitidas por la Comisión Estatal de Derechos Humanos en 2009 y 2018, pidieron que sean resarcidos los daños que han sufrido las comunidades por el proyecto, impulsado por administraciones panistas y apoyado por gobiernos de los partidos Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano.
La construcción de la presa El Zapotillo se inició su 2009 sin tomar en cuenta aspectos técnicos y sociales, lo que motivó la resistencia de comunidades que ganaron varias suspensiones legales y ello derivó en que quedaran inconclusas obras necesarias para que la presa empezara a operar para abastecer diferentes puntos de Jalisco y Guanajuato.